25N: retirar el fango de la violencia de género

Natalia Santana

Este 25 de noviembre, bajo el lema “Una vida libre de violencia es un derecho humano”, conmemoramos la lucha internacional contra la violencia de género en un contexto alarmante. La ofensiva ultraderechista amenaza con arrasar décadas de avances feministas, impulsando un discurso negacionista que busca reinstaurar sistemas patriarcales. Este movimiento fomenta la desinformación y el odio, presentando al feminismo como una amenaza y cuestionando políticas esenciales como las leyes de igualdad o los programas de educación en género.

El relato ultraderechista intenta imponer una narrativa cargada de falacias y tergiversaciones. Bajo la bandera de la lucha contra la supuesta “ideología de género”, estos movimientos atacan conquistas históricas de las mujeres y generan confusión social al minimizar o negar la existencia de la violencia machista. Este retroceso cultural amenaza no solo a las mujeres, sino a los valores democráticos de justicia, equidad e igualdad.

Para enfrentar este movimiento reaccionario, la sociedad debe construir un gran dique de contención que combine resistencia argumental, movilización social y acción política. Es fundamental retirar el fango que supone su relato, reafirmar que la violencia de género no es un problema individual, sino estructural que requiere respuestas colectivas y coordinadas. La educación es una herramienta clave para desmontar los estereotipos patriarcales y prevenir la violencia desde las primeras etapas de la vida. Garantizar programas educativos en igualdad y diversidad, pese a los ataques de la ultraderecha que los elimina cuando tocan gobierno o, lo que es peor, inducen a la supuesta derecha moderada a hacerlo, es un pilar imprescindible para evitar retrocesos.

Asimismo, es necesario combatir las mentiras y bulos que alimentan el negacionismo. Los medios de comunicación tienen un papel crucial para ofrecer una cobertura responsable y basada en datos, visibilizando las historias de las víctimas y las realidades que la ultraderecha intenta borrar. La acción comunitaria y la movilización ciudadana son esenciales para proteger los derechos conquistados, como lo es también ser firmes y exigentes en la acción institucional cuando nos toca gobernar. Desde talleres locales hasta grandes manifestaciones, la participación colectiva puede frenar los intentos de desmantelar leyes y garantizar el compromiso político con la igualdad de género.

El feminismo, como movimiento inclusivo y transformador, sigue siendo la mejor herramienta para resistir y avanzar. Este 25N, debemos retirar el fango que supone su relato, hacer cristalina la realidad y devolver sus ideas regresivas a la caverna. Nueva Canarias-Bloque Canarista ha estado, está y estará en esa brega. La lucha por un mundo sin violencias es innegociable y urgente. Porque lo personal también es político.

Natalia Santana es diputada por Nueva Canarias-Bloque Canarista por la isla de Fuerteventura.