China cree que la estrategia de la UE hacia Pekín no es «ni realista ni viable»
07 de marzo 2024/Agencias
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, afirmó este jueves que la estrategia de la Unión Europea (UE) hacia Pekín -basada en considerar al gigante asiático un socio, un competidor y un rival sistémico- no es «ni realista ni viable».
«Hace unos años, la UE calificó a China como socio, competidor y rival sistémico al mismo tiempo. Esta caracterización no es consistente con la realidad ni viable. Al contrario, sólo crea obstáculos para las relaciones entre ambos lados», dijo Wang en una rueda de prensa en el marco de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) que se celebra en Pekín esta semana.
Wang aseguró que los intereses «superan con creces las diferencias» y apuntó que Pekín y Bruselas deben «deben verse correctamente, como socios» y basar su relación en la cooperación.
Según Wang, las partes reanudaron el año pasado los intercambios y el diálogo «en todos los ámbitos y a todos los niveles» tras el parón por la pandemia.
«Nuestros intercambios son un salvavidas que garantiza la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro», dijo, y aseveró que China ha puesto en marcha «políticas preferenciales para bastantes países europeos» con el objetivo de «facilitar los intercambios comerciales» bajo la Iniciativa china de las Nuevas Rutas de la Seda.
Wang indicó que la cooperación entre Pekín y Bruselas debe «avanzar sin contratiempos», con «una luz verde en cada cruce».
«China y Europa deberían trabajar juntas para practicar el multilateralismo, defender la apertura y el desarrollo y facilitar el diálogo entre civilizaciones», aseveró, lo cual «dejará a un lado cualquier intento de crear confrontaciones entre bloques».
Las relaciones entre China y la UE se han deteriorado en los últimos años a raíz de desavenencias en torno a la invasión rusa a Ucrania, que Pekín ha evitado condenar, o la investigación anunciada por Bruselas sobre los subsidios del país asiático a los coches eléctricos.
Desde 2019, han aumentado las voces en Bruselas que abogan por reducir los riesgos en la relación con China, entre los que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, citó recientemente «la coerción comercial, el boicot de productos europeos y los controles de exportación de materias primas esenciales para bienes como semiconductores y paneles solares».
El diciembre pasado, la UE y China celebraron en Pekín su primera cumbre presencial desde 2019, en la que limaron asperezas pero sin grandes acuerdos en los principales asuntos de fricción, como el déficit comercial, la ambigüedad china ante la guerra de Ucrania o la cuestión de los derechos humanos.