El IES Granadilla de Abona, campeón de España en la final del desafío CanSat

FOTO. Imagen del equipo del IES Granadilla de Abona

20 de Mayo 2024

 

El equipo GranSAT IV llegó a la gran final tras proclamarse ganador de la cuarta edición de la fase regional del desafío CanSat, celebrada en abril en el municipio grancanario de Santa María de Guía

El equipo GranSat IV, del Instituto de Educación Secundaria (IES) Granadilla de Abona, en Tenerife, se ha proclamado campeón de España en la final de robótica aeroespacial de la Agencia Espacial Europea, o desafío CanSat, tras medirse contra 16 equipos de diferentes comunidades autónomas este viernes, 17 de mayo, en Murcia.

 

El equipo canario llegó a la gran final tras proclamarse ganador de la cuarta edición de la fase regional del desafío CanSat, celebrada en abril en el municipio grancanario de Santa María de Guía.

 

Los representantes canarios ganadores de este galardón son el profesor Félix Jonay Mayoral Gutiérrez, mentor del equipo, con la colaboración del docente Ricardo Antonio Martín Barrio, y los estudiantes Nerea Risco Alonso, Carlos Cano Rivero, Saúl Guanche Oliva, Miguel Stiven Cardenas Cosme, Samuel Fuentes González, Fayna Luís Cabrera, Aminata Fall, Almudena Rodríguez Cruz y Lucía Martín Gárate.

 

Este nuevo logro les da el pase a la final europea, que tendrá lugar los días 20 y 21 de junio de 2024 en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial, ubicado en Noordwijk (Países Bajos).

 

CanSat es una iniciativa de la Agencia Espacial Europea en la que participan escolares de todos los países miembros y está organizada en el marco del Programa para el Fomento de Vocaciones Científicas y Creatividad (STEAM) de la Dirección General de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión e Innovación de la Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, que dirige David Pablos.

 

Un CanSat es la simulación de un satélite real del tamaño y la forma de una lata de refrescos (can, en inglés). En ese sentido, el desafío consiste en introducir en un espacio tan reducido los principales subsistemas de un satélite de verdad (alimentación eléctrica, sensores, sistema de comunicaciones…).

 

En estas competiciones, los participantes se encargan previamente del diseño, desarrollo y puesta a prueba de sus respectivos artilugios, y, tras el lanzamiento, supervisan su funcionamiento y analizan los datos obtenidos.

 

Para ello, un dron eleva los artefactos hasta una determinada altura, dejándolos caer con ayuda de un pequeño paracaídas, siendo el tiempo que dura la caída el único del que disponen los estudiantes para recopilar y analizar los datos emitidos, con el objetivo de demostrar la capacidad de los jóvenes de cumplir con la misión encomendada. Tras el lanzamiento de los satélites, los equipos presentan sus proyectos ante el jurado.