LA CRUE ANALIZA LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES Y PROPONE PROYECTOS MÁS ESCALABLES CON ÁFRICA
08 de Junio 2024
El rector de la ULL modera una mesa debate dedicada a las relaciones con el continente vecino
La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) ha organizado esta semana junto con la Universidad Jaume I de Castellón unas jornadas sobre la internacionalización de los centros de educación superior del país, a la que ha acudido la gran mayoría de los máximos responsables de estas instituciones. Francisco García, rector de la Universidad de La Laguna, fue el moderador de la primera mesa de debate de hoy 7 de junio, dedicada a analizar el eje Europa-África y el papel de España. Los participantes en esta cita concluyeron que es necesario llevar a cabo proyectos escalables y sostenibles, en el sentido de que, si no existe una adecuada planificación y ante la falta a veces de recursos humanos cualificados, muchos de ellos caen en el olvido. También sostuvieron la idoneidad de la no dispersión de programas y la importancia de la bilteralidad.
Francisco García afirmó que África es una realidad de más de una cincuentena de países con una elevada dotación de recursos naturales, lo que hace que emerjan situaciones de conflicto, desigualdad y corrupción. Mientras que las perspectivas de crecimiento mundial son favorables para países como Níger, Senegal o Ruanda, casi el 50% del empleo está centrado en el sector primario, algo inconcebible en una economía desarrollada como la europea, señaló. El rector de la Universidad de La Laguna afirmó que este territorio olvidado por Europa no lo está por otros actores globales como China o Rusia, cuyas geo-estrategias pasan por ese continente. También indicó que las universidades y los gobiernos deberían operar en las bases subyacentes del subdesarrollo, para tratar de revertir las estructuras injustas de esas sociedades. Más de 700 convenios mantienen las universidades españolas con sus homólogas africanas.
En la mesa de debate participaron Juan José Ruiz, rector de la Universidad Miguel Hernández; Teresa Langle, directora general de la Asociación Mujeres por África; y Pilar Aranda, ex rectora de la Universidad de Granada. Ruiz apuntó que la movilidad académica con el continente africano ha mejorado a través del programa Erasmus+, aunque sigue siendo completamente insuficiente. “Hace falta más fondos financiados por España para este tipo de colaboraciones”, sostuvo el rector, quien desglosó que los principales ámbitos de colaboración son proyectos relacionados con agricultura sostenible, seguridad alimentaria, medio ambiente y desarrollo de infraestructuras.
El rector de la Universidad Miguel Hernández también apuntó la necesidad de una convocatoria conjunta entre socios africanos y europeos y la oportunidad de crear centros de excelencia en universidades africanas, con el reto de darles continuidad con los propios medios tecnológicos y humanos. “Hay muchos proyectos exitosos que no se escalan adecuadamente, y por eso su sostenibilidad es complicada”.
Ruiz añadió hay que aumentar la capacidad de estudiantado y profesorado en el terreno, sobre todo en escuelas de secundaria y muy especialmente de las mujeres, con un alto índice de abandono. También indicó que es preciso estar vigilantes con la fuga de talentos, para que los que se formen en Europa vuelva a sus países de origen y aporten conocimiento allí, al tiempo que hay que seguir trabajando en el reconocimiento mutuo de titulaciones.
Por su parte, la directora general de la Asociación Mujeres por África Teresa reconoció que sabemos muy poco de ese continente. La entidad que dirige pone el foco en la formación de las féminas y en este punto afirmó que la docencia online es fundamental, especialmente a través de cursos cortos de capacitación que permitan superar la enorme brecha entre el mundo rural y el urbano. “Las mujeres son las que llevan el continente a sus espaldas, y son las que tienen más dificultades para desplazarse porque desde muy jóvenes tienen cargas familiares”, por lo que este tipo de cursos es crucial, dijo.
Langle afirmó que tiene que darse más colaboración entre universidades, empresas y gobiernos, buscando formas de triangulación que contribuyan a expandir su labor. En su intervención mencionó algunos retos, como la difusión de la producción científica africana, que se desconoce totalmente debido a las jerarquías del conocimiento, situación que se agrava más en el caso de las mujeres., y la necesidad de crear canales para que el crecimiento fluya de forma horizontal.
Un total de 32 mujeres africanas han conseguido ayudas para realizar estancias en centros de investigación de excelencia españoles, mientras que la asociación está intentando diversificar más la procedencia de las candidatas. “Las mujeres siempre vuelven, convirtiéndose en mentoras para otras mujeres, así que el impacto es muy profundo y la inversión es muy gratificante”.
Por su parte, la ex rectora de la Universidad de Granada señaló que la internacionalización es una herramienta para igualar oportunidades entre la ciudadanía. “Con Marruecos se ha trabajado desde la idea de la bilateralidad, pero lo cierto es que nuestra mirada sobre África ha sido reciente, y viene del hecho migratorio. Es ahí cuando nos hemos dado cuenta de esa realidad”. Aranda explicó que otros países europeos tienen una posición más avanzada en las relaciones de sus universidades con el continente africano, centrándose en aspectos muy concretos.
También afirmó que los proyectos de investigación deben ser a largo plazo, desde un punto de vista colaborativo. “Hay que comprobar su nivel de transferencia y han de ser además evaluados”, lo que requiere tiempo, dijo. Aranda consideró que el Ministerio de Asuntos Exteriores debería ser más consciente del papel de las universidades en esta materia, y reforzar la visibilidad de las universidades españolas en el exterior.
Por su parte, el rector de la Universidad de La Laguna cerró la mesa de debate apuntando que este centro académico acogerá en el mes de julio una nueva edición de Campus África, un evento académico y científico que cada año congrega a unos 75 estudiantes africanos becados, muchos de ellos doctorandos, para formarlos en distintas materias relacionadas con salud y enfermedades emergentes.