Ejercicio de política bien entendida…

Existen diferentes definiciones para «explicar» en qué consiste la política: algunos, con una visión muy simplista, dicen que es «lo que hacen los políticos» (y ya está). Otros entienden que la política es tan antigua como la Humanidad, ya que, básicamente se trata del arte de razonar y mediar entre posiciones e intereses diferentes para llegar a un acuerdo común que satisfaga a todos, o, al menos, a la mayoría…

 

Fundamentalmente su valor, su servicio, es ese: resolver conflictos, solventar problemas, lograr alianzas y pactos en beneficio del bien común. Pero no siempre se entiende así. Como en todo en la vida, existen quienes son incapaces de entender esos conceptos y ven la política como una forma de «ejercer el poder«. Olvidan las reglas democráticas y se empeñan en hacer valer su opinión despreciando la ajena…

 

En eso, quizás por «costumbres» del pasado, y tantos siglos de autoritarismos y totalitarismos, el Estado español es muy dado a no «entender» los valores de la política bien entendida. Tenemos una Izquierda permanentemente enfrentada entre sí, y una Derecha mucho más extremista que las del resto de Europa,a tal punto que los debates internos brillan por su ausencia…

 

Por eso es saludable comprobar, de vez en cuando, que siguen existiendo formaciones con criterio suficiente para entender correctamente en qué consiste la política y debatir de forma conveniente y provechosa…

 

Quizás influya el haber nacido como formación asamblearia en los albores de la segunda Democracia española. Con ideas debatidas y estudiadas de forma grupal y coordinada antes de llevarlas a la práctica. Donde se adoptaba un ideario progresista y canarista antes de que esas palabras aparecieran…

Un ideario tan aceptadovalorado y entendido que ha hecho que, aunque los nombres como formación hayan variado con el paso de los años y las circunstancias, el sentimiento de pertenencia a una idea común no ha variado un ápice. De tal manera que, cuando surgen iniciativas y propuestas nuevas o diferentes, siga siendo el debate interno y el análisis sosegado la forma a proceder, aunque inicialmente pareciera suceder lo contrario…

 

Lo cierto es que el acuerdo adoptado por la ejecutiva de Nueva Canarias tras un duro debate es una muestra evidente de que las diferencias se resuelven mediante el diálogo y no el enfrentamiento. Debatiendo ideas y propuestas y alcanzando acuerdos consensuados. Toda una lección de política bien entendida frente a otras formaciones donde se sigue aplicando el «ordeno y mando» y no se discute a la cúpula por si «se cae la silla»…

 

Evidentemente los distintos planteamientos y posturas siguen ahí, pero, en un ejercicio de cordura democrática, se ha diseñado un plan de actuación gracias al diálogo, el debate de ideas y el respeto profundo. Respeto por la Democracia, respeto por sus valores, respeto por las ideas de los demás. Un sano ejercicio de política bien entendida…

Ángel Rivero García