¡¡UN PRESENTE ALGO DURO Y UN FUTURO ESCABROSO!!
Por Salvador Barnes. Periodista.
Muchos siguen pensando que esos sonidos de «tubas» que el izquierdismo lanzaba al aire en plan triunfalismo, ha quedado como un preámbulo, ahora los demás se preguntan ¿Dónde están que no se oyen?, igual es que todo esto de las «legiones» progresistas y de las izquierdas transparentes que nos han vendido durante algunos años, huele a fiasco. a exageración parvulario, en una destemplanza calenturienta de un socialismo traído de la mano del que ideó un comportamiento y léxicos propagandísticos en donde él podía sacar tajada, y como hemos visto todos, lo consiguió.
Primero convocó e hizo un Gobierno que Rubalcaba lo bautizó como de Frankenstein, siguió otro Gobierno que se le tildó de vampiro, aceptó de lleno el 15 M con todo el tufo comunista que llevaba ese invento y todo ese comité nuevo que se apuntó al carro para salir del paro y poderse colocar. A la caída de estos se adosó «Sumar» y su corto e inútil recorrido de una arribista, que según los Popes, de Podemos, traicionó a Iglesias. Luego vimos la bajada miserable de pantalones que se hizo Sánchez, a la cual le siguieron propinando una estela de improperios, traiciones y bravuconadas del «Procés» catalán, capitaneados por el forajido Puigdemont y parte de sus palmeros enemigos de España como Junqueras, Rufian, Rull, Bassa, Fornell, Romera, Turrull, seguidos del clan de compungidos y arrastrados vendedores de votos para Sánchez.
Hoy ya se está viendo el declive qué ellos mismos están teniendo con su izquierda en el Congreso de los Diputados. Se ha vivido una sesión donde se ha vociferado y han inundado el Hemiciclo de mentiras y hechos que chocan con la realidad. Desde la compra de la propia investidura a cambio de seguir en el poder y de dar esa amnistía, que juro Sánchez ante lo que está escrito que era inconstitucional, llevamos un año de esta nueva legislatura, y en verdad es patético el balance que todo este sistema «sanchista» ha traído a la política española. Al presente se le está mirando de reojo, y el futuro político hay quien especula que lo tenemos a 90 días, en este caso Sánchez aguantara en la Moncloa todos los vendavales que pueda tener, comprando y vendiendo lo que haga falta, no hay otro futuro más prometedor ni más miserable.
Sánchez y su Gobierno, hacen oposición a la oposición. El PP quedó en esos momentos como receptor de insultos y descalificaciones, a cargo de una jauría de separatistas indeseables. A muchas señorías les cuesta creer que fuera un Partido como el PSOE el que apoyara este procedimiento antidemocrático que se vio en el Congreso.
Salvador Barnes