“El IPC cae hasta el 2,8%, manteniendo la tendencia a la baja del último mes”

31 de Julio 2024
El indicador adelantado del IPC alcanza el 2,8% en julio para el conjunto del país; de cumplirse la estimación, esto supondría una disminución de seis décimas con respecto al registrado en mayo. La previsión de la subyacente, por su parte, se reduce en dos décimas hasta el 2,8%, alcanzando el mismo valor que la tasa general en el séptimo mes del año.
La evolución de la tasa general se debe principalmente a la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en julio de 2023; y, también, por los precios de la alimentación, cuyos precios disminuyen frente a la subida experimentada en julio de 2023. Además, se mantiene la tendencia al alza en los precios de ocio y cultura, los cuales han subido, pero en menor medida que en julio del año pasado. Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), disminuye con respecto a la obtenida en el mismo mes del año anterior, produciéndose un descenso de 3,4 puntos porcentuales. Así pues, desaparece la brecha entre el índice general y subyacente.
En definitiva, el IPC cae hasta el 2,8%, principalmente por la bajada en el precio de los alimentos y de la electricidad. Así pues, la inflación subyacente cede hasta el 2,8%, la tasa más baja en más de un año. A pesar de los buenos datos proyectados para el mes de julio, los analistas avanzan tasas cercanas al 3% en lo que resta de año, por lo que, estos datos, no anticipan el fin del ciclo alcista. Así pues, la inflación ha afectado negativamente a la economía y a sus ciudadanos, repercutiendo en mayores costes para las empresas y disminuyendo el consumo. Esta evolución permitiría que el BCE volviera a la senda de la reducción paulatina de los tipos de interés, entendiendo que también una disminución de los tipos impositivos fomentaría tanto la disminución de los precios como el crecimiento de la renta disponible.