Puente pide disculpas a los usuarios por las incidencias en los trenes
12 de Agosto 2024/Agencias
El ministro de Transportes, Oscar Puente, ha pedido disculpas a los usuarios del sistema ferroviario español por las incidencias que se han registrado en los últimos meses y ha explicado que la situación mejorará cuando se renueven las flotas de cercanías y avancen las obras en la estación madrileña de Chamartín.
«El sistema ferroviario ha vivido un incremento de pasajeros absolutamente bestial» en los últimos años que debe gestionar con unas infraestructuras en plena «transformación» y que están recibiendo inversiones que «no tienen precedentes» para su mantenimiento y renovación, ha explicado Puente este lunes en una entrevista en RNE.
Ambos factores están «tensionando» mucho un sistema que en muchos casos tiene «material obsoleto», según Puente: desde 2008 «no entra un tren de cercanías nuevo» en España y desde 2010 no entraba un nuevo tren de alta velocidad, hasta los recientes Talgo S106.
«A primeros del año que viene empezaremos ya a incorporar una nueva flota de Cercanías y de Rodalies que va a ir reduciendo enormemente el número de incidencias que tenemos por el material rodante», ha asegurado.
A ello se suma que las dos grandes estaciones madrileñas están «infradimensionadas» y «al límite de su capacidad», ya que han pasado de recibir 1,3 millones de viajeros que pasaron por Chamartín en 2019, a 5,8 millones sólo en los primeros cinco meses de este año.
Cuando hay un incidente que retrase la salida de dos o tres trenes, la acumulación de pasajeros en el vestíbulo de Chamartín es «tremenda», según Puente, algo que previsiblemente mejorará cuando en octubre se abran dos módulos que se están construyendo y que duplicarán el espacio actual hasta los 18.000 metros cuadrados.
Entonces, «probablemente estas escenas que estamos viendo en verano no se repetirán, pero, mientras tanto, siempre que se produzca un incidente de cierta dimensión, vamos a vivir situaciones así en Chamartín» que, «obviamente no nos gustan».
«A mí desde luego (esas situaciones) me parecen inaceptables y pido disculpas a los usuarios, pero la realidad es que mientras no tengamos un vestíbulo con una capacidad más aceptable, estas escenas las vamos a vivir», ha dicho.
A todo ello se suma una reducida inversión en mantenimiento de las infraestructuras durante «casi una década» que ahora se está intentando paliar, ha relatado Puente, para luego recordar que se han comprado casi 500 trenes nuevos que van a renovar por completo la flota de Cercanías y de Rodalies.
Cinco días sin grandes incidencias con los nuevos «talgos»
Puente ha asegurado que desde que el Gobierno hizo pública la situación con los nuevos trenes S106, «afortunadamente Talgo se ha puesto las pilas, nos ha puesto un técnico en cada tren, ha puesto un técnico en el centro de control de mando y estamos reduciendo las incidencias».
«Llevamos cinco días en que las incidencias en los S106 se han reducido mucho y ninguna ha sido crítica como las que hemos vivido en las dos últimas semanas, en las que dos incidencias de ese mismo modelo nos paralizaron por completo la estación de Chamartín», ha destacado.
El ministro también ha pedido que no se atribuyan a Renfe problemas que no son de ella, y ha destacado que es la empresa más puntual si se compara con las de otros países europeos similares en tamaño, como Francia, Italia o Alemania.
El compromiso de puntualidad, un «suicidio económico»
Respecto a la decisión de Renfe de rebajar los compromisos de puntualidad para pagar las indemnizaciones, Puente ha justificado la medida recordando que se fijaron en 1992 cuando sólo había una línea de AVE con 6 trenes diarios, mientras que hoy la alta velocidad mueve más de 100.000 personas diarias en un «ecosistema en obras de las que Renfe no es responsable».
Con este escenario, el año pasado Renfe tuvo que pagar 42 millones en indemnizaciones por retrasos y 2 millones sólo por las incidencias registradas con los nuevos trenes de Talgo desde el pasado 21 de mayo.
Por ello, califica de «suicidio económico» esta política de compensaciones, aunque no descarta que algún día se pueda pensar en recuperar esos compromisos cuando el ecosistema ferroviario «se estabilice».
Según sus cifras, mientras que antes, cuando Renfe era el único operador, la alta velocidad daba beneficios anuales de 150 millones de euros, ahora entre los tres operadores pierden 230 millones al año.
«En este momento el ecosistema ferroviario de alta velocidad español da pérdidas y en esta situación no podíamos mantener nuestro compromiso de puntualidad. No tiene nada que ver con las incidencias de los últimos tiempos, tiene que ver con que en estas condiciones mantenerlo es un suicidio económico», ha defendido Puente.