La ANP califica el ataque colono en Cisjordania de «terrorismo de Estado organizado»
16 de Agosto 2024/Agencias
El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna en Cisjordania, aseguró que el ataque ayer en la aldea de Jit, en el norte del enclave, en el que un centenar de colonos judíos mataron a un joven palestino se trata de «terrorismo de Estado organizado» por parte de Israel.
«¿Cómo movilizarían estas bandas terroristas a 100 de sus miembros armados con armas de Ben Gvir -el ministro ultra de Seguridad Nacional- y atacarían una aldea palestina si no se sintieran protegidos y apoyados de forma política, legal y de seguridad?», se preguntó en un comunicado el Ministerio.
Anoche, unos 100 colonos encapuchados irrumpieron en esta aldea, al este de la ciudad de Qalqilya, incendiando varios vehículos y abriendo fuego contra la población, lo que culminó con el asesinato del joven palestino Rashid Mahmud Sadda, de 23 años.
Hasta el momento, solo una persona ha sido detenida por su participación en los disturbios, según el diario The Times of Israel.
Este ataque, dijo el ministerio, forma parte de la «peligrosa escalada» de crímenes contra ciudadanos palestinos en Cisjordania, que sufre la ocupación del Ejército israelí «que interviene para reprimir a los ciudadanos si se levantan para defenderse».
En la última semana (del 6 al 12 de agosto), la agencia de la ONU para asuntos humanitarios (OCHA) ha documentado 25 ataques de colonos causando seis heridos palestinos, incluidos dos niños.
Desde el 7 de octubre, cuando comenzó la guerra en la Franja de Gaza, la OCHA ha registrado unos 1.250 ataques de colonos israelíes contra palestinos, 120 de ellos causando más de una decena de muertos.
Exteriores puso el foco en su comunicado en el ministro de Seguridad Nacional israelí, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, que es colono y un referente para el movimiento, así como partidario también de que los asentamientos israelíes vuelvan a Gaza.
Anoche, Ben Gvir condenó con tibieza el asalto: «Quien debe ocuparse del terrorismo y la disuasión, incluso contra los terroristas de la aldea de Jit, es el Ejército israelí», escribió en la red social X.
En este sentido, el ministro antiárabe culpó al titular de Defensa, Yoav Gallant -con el que arremete habitualmente por cuestiones de seguridad-, asegurando que «es hora» de que «salga de la trampa» y actúe.
Gallant, por su parte, compartió un comunicado asegurando que los asaltantes «atacaron a gente inocente» y que «no representan los valores de las comunidades que viven en Samaria», refiriéndose a los asentamientos en Cisjordania por el nombre bíblico que las autoridades y los colonos usan al hablar del enclave.
La Corte Internacional de Justicia determinó el pasado 19 de julio que todos los asentamientos son ilegales y exigió a Israel la evacuación de todos los colonos del territorio.
En este sentido, el Ministerio de Exteriores de la ANP demandó una mayor presión internacional contra la ocupación israelí de Cisjordania, agotando sus fuentes de financiación o eliminando la protección política y jurídica de los colonos, entre otros.
«El ataque masivo a Jit es la prueba de que las sanciones impuestas por varios países a algunos elementos terroristas -colonos extremistas- son insuficientes y no constituirán un disuasivo para que pongan fin a sus crímenes», recoge el comunicado de Exteriores.
Más de 700.000 colonos viven en Cisjordania ocupada, incluyendo Jerusalén este, y en lo que va de año el gobierno israelí, donde la extrema derecha colona tiene amplio poder, ha autorizado numerosos planes de expansión de asentamientos, legalización de puestos de avanzada y amplias confiscaciones de tierras.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 290 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría milicianos o atacantes pero también civiles, incluidos unos 70 menores -según el recuento de EFE-, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Del lado israelí han muerto este año 21 personas: 11 uniformados y diez civiles, cinco de ellos colonos.