Aznar avisa: «Si Israel no gana, la próxima batalla será en las costas del sur de Europa»
01 de Octubre 2024/Agencias
El expresidente del Gobierno español José María Aznar advirtió este lunes, en la ciudad brasileña de São Paulo, que si «Israel no gana» en Oriente Medio, «la próxima batalla será en las costas del sur de Europa».
«Si Israel fracasase, habría zonas del mundo muy comprometidas. Si Israel no gana, la próxima batalla no será en Oriente Medio, será en las costas del sur de Europa y eso es algo que estratégicamente tenemos que tener en la cabeza», dijo en una conferencia en la sede de la Asociación Comercial de São Paulo.
Aznar, quien es presidente de Honor de la Iniciativa ‘Friends of Israel’, aseguró que el Estado judío «lucha por su supervivencia» porque sus «enemigos quieren eliminar su existencia» y «la presencia de Estados Unidos» en la región.
Desde su punto de vista, Irán «es el gran riesgo» en la zona y donde «todos los caminos en Oriente Medio terminan», pues es el país que «mantiene» a los grupos Hamás, en la Franja de Gaza; Hizbulá, en Líbano, y los rebeldes hutíes, en Yemen.
«¿La situación de Israel mejora, si Hamás sigue en Gaza? ¿Qué tipo de acuerdo se puede hacer con Hamás en Gaza» o «si Hizbulá sigue disparando cohetes desde Líbano?», se preguntó.
En este sentido, criticó los intentos de Estados Unidos de disuadir «todos los días» a Israel de sus ofensivas militares en la Franja de Gaza y Líbano.
«No digo que no tenga que hacer cierta presión, pero lo normal es disuadir a tus enemigos, no a tus amigos», apuntó.
También consideró que Israel «se está moviendo» militarmente porque entiende que es «el momento» adecuado ante la proximidad de las elecciones presidenciales de EE.UU., su gran aliado histórico y que, dependiendo de si vence la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump, puede cambiar el escenario.
Por eso, Israel «quiere adelantar todo el terreno posible», analizó el exjefe del Ejecutivo español (1996-2004).
Igualmente, aseguró que la escalada bélica de Israel en Gaza, que ha causado desde hace casi un año más de 40.000 muertos, y Líbano, donde en poco más de una semana ha dejado más de 1.000 fallecidos, «ha interrumpido un proceso de reconocimiento muy importante de países árabes con Israel».