Una historia personal del tren que forjó un Imperio Sara Gutiérrez y Eva Orúe

02 de Octubre 2024

EN EL TRANSIBERIANO

 

Una médica y una periodista españolas, que meses atrás se habían conocido en Moscú, decidieron subirse al Transiberiano en el verano de 1994, tan solo dos años y medio después del fin de la Unión Soviética, para pulsar la realidad profunda de una Rusia en crisis que, sospechaban, tenía poco que ver con su capital.

“Aprovechando que ya se podía viajar libremente, me había agarrado a la ambición periodística de Eva y, para las vacaciones, le había propuesto un viaje que le permitiría tener una visión más amplia de la nación sobre la que estaba informando, y que nos regalaría tiempo para conocernos aún mejor y, tal vez, decidir un futuro juntas: el Transiberiano”.

LAS RAZONES DEL LIBRO

El Transiberiano es un tren que, como tal, no existe sobre el que se ha escrito mucho, su historia está ampliamente documentada. Por eso nunca nos propusimos escribir LA historia del Transiberiano, si acaso, abordar UNA historia del Transiberiano, la nuestra. Y por eso lo hacemos a dos voces, el texto transcurre por dos vías, una personal, que narra Sara, y otra histórica y literaria de la que se encarga Eva.

Sara Gutiérrez: El libro arranca con un altercado con la policía el día que nos conocimos, en octubre de 1993, cuando Eva era corresponsal de Onda Cero en Rusia y yo completaba mi formación como oftalmóloga en el Instituto de Microcirugía Ocular de Moscú, y continúa en el primer capítulo con las peripecias de varios meses juntas en la capital rusa hasta que decidimos que cruzar Rusia en tren de oeste a este nos permitiría no solo conocer mejor el país sino, sobre todo, profundizar en nuestra relación. Sentadas esas bases, aprovecho las cinco etapas de aquel viaje del verano de 1994, en el que hicimos parada en Ekaterimburgo e Irkutsk, recorrimos el lago Baikal, seguimos a Jabárovsk y de allí a Vladivostok, para describir los paisajes que atravesamos y las ciudades en las que paramos, el ambiente del tren y las estaciones, nuestras conversaciones, los problemas burocráticos…

Eva Orúe: Y yo acomodo la historia del tren en esa estructura, y cuento cómo los zares entendieron que sin tren no habría Imperio; cómo durante la Primera Guerra Mundial, tras la Revolución de Octubre y la guerra civil subsiguiente, la línea se convirtió en un campo de batalla; cómo los bolcheviques hicieron del tren una herramienta de propaganda, pero también un medio de castigo y un instrumento de progreso; cómo la red siberiana creció con la construcción del segundo transiberiano (el BAM, Baikal-Amur Maguistral) y de otras líneas más allá de los Urales; cómo el tren facilitó la colonización de Siberia; cómo el hecho de que, por ahorrar kilómetros, atravesara Manchuria propició una guerra; lo mucho que dependió de mano de obra esclava y forzada… y hasta qué punto el futuro de Rusia depende de esta gran ruta siberiana que hizo del país un Imperio.

LAS AUTORAS

Sara Gutiérrez (Oviedo, 1962). Viajó a la Unión Soviética tras estudiar Medicina y se especializó en Oftalmología en Járkov (Ucrania) y Moscú (Rusia), donde formó parte del equipo del Instituto de Microcirugía Ocular Fiódorov de Moscú. Es autora de El último verano de la URSS (2021). Ha escrito numerosos artículos científicos, participado como ponente en múltiples congresos y pronunciado conferencias sobre su especialidad clínica. Como traductora, ha trasladado al español, entre otros títulos, La pulga de acero, de Nikolái Leskov; Relatos de Yásnaia Poliana, de Lev Tolstói; Los vagabundos, de Maksím Gorki; La señal y otros relatos, de Vsévolod Garshin; Doctor Krupov, de Alexandr Herzen, y El siglo soviético, ensayo de Irina Chmireva.

Eva Orúe (Zaragoza, 1962). Periodista en prensa, radio y televisión, tanto en secciones y programas informativos como en magazines, fue corresponsal en Londres y París antes de recalar en Moscú cuando Borís Yeltsin era presidente. Su labor en la Rusia que casi estrenaba la independencia le valió en 1994 el Premio del Club Internacional de Prensa al mejor trabajo periodístico en el extranjero. Ha escrito en solitario La segunda oportunidad (2003). Actualmente dirige la Feria del Libro de Madrid.

Juntas han escrito, entre otros libros, Rusia en la encrucijada (Espasa Calpe, 1997).