¡¡CUENTO EVOCADO DE LA NAVIDAD!!
Por Salvador Barnes. Periodista.
Estaban llegando las fiestas que más ilusiona a los niños y menos niños. La mas bella noche del año iba acercándose lentamente, el clima siempre en ese tiempo parecía que era inhóspito, un aire frío y una ligero aguanieve que azotaba el rostro siempre expectante que tiene la infancia, y que lo único que espera es ese milagro que se piensa que puede ocurrir en el acto que el niño quisiera tenerlo realizado. La gente parecía que tenia prisa, sin tropiezos, se parecía a una carrera corta, pero la verdad es que cada uno parecía que lo único que veía eran sus pies por la velocidad que andaba, era tiempo para no estar fuera de la casa y si para estar en ese aliento hogareño que da el propio entorno en donde tus padres y hermanos te arropan con su presencia y con esa alegría de saberte que ellos siempre te aguardan, era la «Noche Buena».
Esos pensamientos siempre los he tenido presentes, nunca he querido que se despegara de mi esa nube que tiene y mantiene la infancia de querer en pensar que mañana será mejor y que lo que se tiene hoy es lo que debe de estar repleto de cariño y comprensión por parte de los tuyos y sentir ese calor de los abrazos que me dan mis hermanos cuando vuelvo a verlos, porque el de los hijos y nietos los tienes consigo. Esa comunión de cariño es lo que más se valora en estos tiempos y sin duda será eterno.
Una fiesta alegre distinta a todas es la Navidad, pero triste para todos aquellos que no tengan y sientan lo que debemos de tener todos, unos con ese amor que penetra en todo momento de tu vida si es que en verdad quieres ser feliz y sentirte tú mismo es una parte de la felicidad que tienes. Hoy este cuento más bien es una evocación al tiempo pasado, bonito, amable y querido, <<a esa niñez bendita, en donde no había abundancia de nada solo quedaba lo justo para que en la casa todos alrededor de la «mesa camilla» evocamos estas Pascuas como un don divino que nos regalaba ese amor a las cosas, a todas las cosas que tuvieras aunque fueran escasas, y en ella estaban las ausencias de comidas que hoy tenemos y que aquel era un sueño en esa infancia dura que tuvimos esa generación que llegamos a poder pensar y soñar que algún día lo llegaríamos a tener, esa ilusión que hace cerrar el anillo de la felicidad
Pasaron los años y lo blanco ya peina las sienes y el recuerdo y la nostalgia te ocupa cada vez que viene la Navidad con los seres que aprecias y quieres aunque quedamos,(pocos), los que se fueron los añoramos con nostalgia (muchos) y los que vendrán (que serán muchos más) a todos la mejor prueba que tienen es que sin duda alguna deben de tener una buena fraternización con todos, sobran días al año para resolver dudas y problemas que puedas tener, que no sea únicamente en Navidad en donde solo haya que pensar en que tenemos que estar siempre unidos . Pero ese halo de niñez que hemos tenido todos tiene que estar limpio de espíritu siempre, de esta forma se notará la diferencia, y no tendrá que desaparecer ese espíritu que te ayudará a sentirte diferente y ver que todo en la vida te lleva a un entendimiento y comprensión para sentir en tu propio ser que el gran Norte de todo en tu vida ha sido y es el amor que podamos tener hacia los demás, para dar felicidad a todos.
Salvador Barnes
¡¡FELIZ NAVIDAD!!