Oxfam tilda de «castigo colectivo» la decisión de Netanyahu de bloquear la ayuda en Gaza
03 de marzo 2025/Agencias
La decisión de Israel de bloquear la ayuda humanitaria a más de dos millones de palestinos en la Franja de Gaza en vísperas del Ramadán es un acto imprudente de «castigo colectivo» explícitamente prohibido por el derecho internacional humanitario (DIH), señaló este domingo la organización Oxfam en un comunicado.
«La ayuda humanitaria no es una moneda de cambio para ejercer presión, sino un derecho fundamental de los civiles que enfrentan condiciones extremas y amenazas a su vida», advirtió la organización de origen británico.
Oxfam también reveló que, tras el anuncio del alto el fuego temporal el pasado 19 de enero, sus equipos de socorro que ingresaron al enclave palestino encontraron «un escenario de devastación total y niveles alarmantes de desabastecimiento».
«La población (en Gaza) enfrenta condiciones cercanas a la hambruna y carece de agua, alimentos, saneamiento y electricidad», señalaron los grupos de asistencia, según el comunicado de la ONG.
El pronunciamiento de esta organización que opera en más de 90 países a través de 21 organizaciones afiliadas, se da luego de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, suspendiera la entrada de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, en vista de que no se ha llegado a un acuerdo sobre la siguiente fase del alto el fuego una vez concluyó la primera a la medianoche del sábado.
«Si Hamás cree que será posible continuar el alto el fuego o disfrutar de las condiciones de la Fase Uno sin que aceptemos rehenes, está gravemente equivocado», dijo Netanyahu al comienzo de una reunión de su gabinete celebrada este domingo.
Según el primer ministro israelí, el grupo islamista tiene «el control de todos los suministros y bienes enviados a la Franja de Gaza», «abusa de la población de Gaza que intenta recibir ayuda» y «convierte la ayuda humanitaria en un presupuesto terrorista». «No aceptaremos esto de ninguna manera», continuó.
La decisión de Netanyahu también ha sido cuestionada por Arabia Saudí y Catar, que consideran que la ayuda humanitaria a los gazatíes no puede ser utilizada como «herramienta de chantaje y un castigo colectivo» ni como «arma de guerra», mientras que para Egipto la medida «no tiene lógica».