ABJ: JUGAR APRENDIENDO, APRENDIENDO A JUGAR

09 de Octubre 2024

El colegio El Chapatal acogerá el 18 y 19 de este mes una jornadas sobre el método docente denominado ABJ, que se basa en educar de forma lúdica

Las  jornadas denominadas ABJ, siglas de Aprendizaje Basado en el Juego, dirigidas a docentes que quieran aplicar esta metodología en el aula, se celebrarán los días 18 y 19 de este mes en el colegio Chapatal, en Santa Cruz de Tenerife. Se trata de una actividad que sorprende por su novedad y que forma parte del programa del XXI Salón Internacional del Cómic y la Ilustración de Tenerife. Las personas interesadas en inscribirse deben hacerlo en la web de la actividad: www.fundacioncinemascomics.com/abj/

El nombre de esta iniciativa es ABJ, o lo que es lo mismo, Aprendizaje Basado en Juegos, con lo cual su símbolo, como no podía ser de otra manera, es una abeja y así aparece en la página web de la Fundación. Está confirmada la presencia de expertos reconocidos, como Diego Villanueva, asesor pedagógico en juguetes Cayro, consultor educativo sénior en Grupo Trébol Educación y EIM Consultores y coordinador TIC. También asistirá Oscar Recio Coll, Mr. Wolf Teacher, uno de los más reconocidos expertos en estas técnicas, y Miguel Esteban Artiles, profesor y miembro del Aula de Cómic de la ULPGC, especialista en el uso del cómic como herramienta pedagógica.

Todos ellos compartirán sus experiencias y conocimientos sobre el impacto positivo de esta metodología en el desarrollo integral de los estudiantes, junto a dos equipos de la Isla como son Juega, Aprende, Aplica y otro de Gran Canaria llamado ludodocentes, conformados ambos por profesores que investigan esta metodología.

En este contexto, la Fundación, organizadora del Salón Internacional del Cómic y la Ilustración de Tenerife, se convierte en pionera en España en el desarrollo de proyectos de motivación para la lectura y el estudio basados en el cómic, en colaboración con la Cátedra Cultural Moebius de la Universidad de La Laguna. Con todo ello, ABJ entra por la puerta grande en la gran cita anual del cómic que se lleva a cabo en Canarias, “con la intención de crear un espacio donde docentes, educadores y entusiastas del aprendizaje lúdico exploren y discutan las aplicaciones en la educación moderna”.

Estamos, pues, ante el primer taller-feria, como se ha denominado, hecho en Canarias que consiste en el desarrollo de juegos con temáticas de las Islas como es el canaripoli, Bereber, Tindaya, Salto del Pastor o para aprender vela latina, siempre dirigidos por profesores de las Islas. El encuentro se desarrollará en el Salón de Actos del colegio por la tarde del viernes y la mañana del sábado, y consistirá en una serie de ponencias de unas dos horas y media, en cada una de las jornadas. Habrá charlas sobre el uso del cómic con aspectos educativos para el desarrollo de la habilidad de la escritura y uno general en el que en unas veinte mesas se llevarán a cabo más de 25 propuestas para disfrutar y aprender. Los cálculos iniciales apuntan a la asistencia de unos cien participantes previa inscripción.

El profesor Héctor Torres Navarro es uno de los más convencidos defensores de esta forma de impartir clases que se puede extender, según asegura, a todas las asignaturas y además sin ninguna diferencia con cualquier otra, digamos, más convencional. Explica que ABJ se trata de una metodología basada en los juegos como herramienta educativa, “lo importante es proponer que de una forma lúdica se planteen recursos y facilitar que a través de esta vía se acceda a contenidos que de otra forma serían más aburridos o menos motivantes”, dice.

Otro objetivo es despertar el espíritu crítico entre los alumnos para que sean capaces de descubrir nuevas vías y fórmulas de adentrarse en el mundo del aprendizaje. Como un caso concreto, Torres comenta el juego de la guagua creado por docentes tinerfeños que básicamente se trata de llenarla de pasajeros y para ello hay una serie de cartas, que por turnos se van colocando en el centro de la mesa que sirve como una especie de parada central.

Según las edades los más pequeños sumarían o restarían pasajeros y los mayores ya se utilizarían divisiones y multiplicaciones, “de manera que están realizando cálculos mentales, pero de una manera más divertida que la habitual”. Incluso se abre la posibilidad a que se le pueda reventar la rueda a un compañero, o hacer diversas trastadas como que pierdan pasajeros, “todo con el fin, ya digo, de entrar en el mundo de las matemáticas de una forma divertida”.

Lo curioso es que a través de ABJ se puede abordar cualquier tipo de materia y las edades abarcan desde los tres años al bachillerato y se considera que sirve como método eficaz para aprender la tabla periódica de elementos usando dados o tarjetas de manera mucho más lúdica para que el alumno recuerde mejor esos contenidos.

Pero lo mismo se puede aplicar a las asignaturas de lengua, sociales, ciencias naturales, economía… “cualquier área de conocimiento se presta a ser tratada a través por esta vía”, señala Torres. Por ejemplo, en cuanto a la materia de lengua se está desarrollando un juego de temática canaria, con vocablos de las Islas, en el que tirando dados hay que buscar rápidamente un listado una palabra que tenga el mayor número posible de las letras que han aparecido. “De esta manera aprendes una serie de vocablos que antes desconocías de manera lúdica y competitiva”, señala el profesor.

El sistema de aprendizaje ABJ está incluido dentro de los horarios y materias habituales, nada que ver con una actividad extraescolar, porque “se trata de una metodología que, aunque no es nueva porque siempre se ha utilizado, ahora con más investigación y más auge y recursos se está aplicando en las aulas”.

Los docentes tienen libertad total a la hora de dedicarle el tiempo que crean conveniente, “porque no se trata sólo de que los alumnos estén jugando, sino que en determinados momentos ABJ ayuda a que esos contenidos se aprendan de una forma más eficaz”. Como prueba de que ha entrado en el mundo de la educación sin complejo alguno, indicar que ya se llevan a cabo evaluaciones y exámenes con juegos y una serie de pruebas. Lo que no cambia es que todo ello se lleva a cabo bajo la atenta mirada del docente que luego pondrá la correspondiente nota como si del sistema educativo habitual se tratara.

El origen de esta metodología es imposible de concretar porque en realidad siempre ha estado ahí, ha sido un recurso utilizado por profesores para que los alumnos lo puedan emplear a modo de regla mnemotécnica. El confinamiento de 2020 trajo consigo un resurgir de este método por el uso de los juegos de mesa durante aquellos días para pasar el rato. A partir de ahí se ha dado un repute como regla general, “y eso ha hecho que los docentes lo desarrollemos de forma más global”.

Los resultados hasta ahora son positivos y aunque sólo se pueda hablar más de práctica docente que de estudios reales, lo cierto es que “cualquiera puede comprender que con alegría y motivación se aprende mejor y más rápido, con lo que estamos seguros de que las investigaciones confirmarán esos buenos resultados”. La ley permite, e incluso obliga, a que se apliquen diferentes métodos de evaluación y el ABJ es considerado por sus defensores igual de válido que cualquier otro. “De hecho no hay ningún contenido que no pueda ser ‘jugable’, si tienes diez asignaturas lo puedes aplicar a las diez”, indica, por último.