BAJAS MÉDICAS  DEL PROFESORADO POR ACOSO LABORAL ENCUBIERTO.

Amexce sentado a la derecha

Miguel Ángel Hernández Concepción

Catedrático Enseñanza Secundaria. Profesor  Bachillerato y Acceso a la Universidad  Personas Adultas,  Especialista e Investigador. Acreditado para la evaluación y dirección de Centros. Educación Acciones Unidas de Lanzarote.

  

El acoso laboral encubierto que ocurre en los centros educativos es un problema silencioso, pero significativo, que afecta cada vez más a un sector del personal docente y que recurre a la baja médica como vía de escape. Este fenómeno  implica conductas hostiles o de exclusión que, aunque muy sutiles en ocasiones, generan un impacto emocional, psicológico y  profesional en la persona que lo padece hasta el punto de querer morir para acabar con su sufrimiento. Se trata de una variante del acoso laboral por medio del engaño y de la mentira, la infamia o las injurias, lo que provoca que nadie se entere de lo que está ocurriendo. La finalidad de este tipo de acoso es silenciar, apocar, aplanar, consumir, amedrantar, reducir e intimidar tanto intelectual como emocionalmente a la víctima. El acoso laboral encubierto puede provocar trastornos mentales a largo plazo e influir de manera negativa en las habilidades sociales del (de la) docente que lo sufre y del que poco o nada  refieren los informes sindicales cuando hablan del incremento de bajas laborales por ansiedad o depresión del profesorado sin mencionar que la causa es el psicoterrorismo laboral que padecen a manos de  algunos(as) directores(as) y  de sus colaboradores(as) necesarios(as).

 

Sin embargo, se trata de una problemática poco visibilizada y en aumento con un impacto profundo y muy grave en el cuerpo docente que no sabe gestionar la frustración que se subsume de esta práctica laboral abyecta. Este fenómeno se caracteriza por generar un ambiente laboral tóxico mediante acciones que tienen un impacto físico y psicoemocional cada vez más fácil de probar gracias a la labor de los médicos forenses. En el ámbito educativo, el acoso laboral encubierto suele pasar desapercibido debido a su disimulo bajo prácticas administrativas o relaciones jerárquicas en las que están implicados no solo equipos directivos sino también inspecciones de zona por lo que el fénomeno técnicamente ha mutado del mobbing a lo que se denomina boxing o acoso institucional y del que me ocuparé en otra ocasión.

 

Es más, la falta de reconocimiento de este problema y  el riesgo psicoemocional laboral dentro de colegios e institutos, junto con la insuficiencia de medidas institucionales para prevenirlo, abordarlo o sancionarlo, deja a muchos(as) profesores y profesoras en una posición de vulnerabilidad y riesgo psicosocial. A menudo, las víctimas deben recurrir a apoyo externo para defender sus derechos y proteger su bienestar en el trabajo. Es crucial  que en los centros educativos se implementen políticas efectivas que promuevan un entorno laboral sano y respectuoso, evitando cualquier consecuencia del acoso laboral ejercido por algunos directivos y sus ad lateres (gang de acoso encubierto como otros docentes,  algunas familias y alumnos perfectamente alienados y/o coordinados).

 

Estas conductas se manifiestan de muy diversas formas entre las que se destacan aquí algunas de ellas:

  • Difusión de rumores malintencionados sobre la persona de algún(a) docente o su desempeño laboral entre compañeros(as), familias y alumnado que llegan por primera vez al centro.
  • Negación de permisos y licencias sin justificación.
  • Control permanente y estricto de su horario de trabajo con horarios lectivos lesivos.
  • Sobrecarga de tareas laborales.y/o funciones al margen de la normativa.
  • Aislamiento social del resto de sus compañeros(as) de trabajo con comentarios injuriosos e incluso calumnias o falsas acusaciones de cualquier índole ante la inspección, incluso de acoso laboral.
  • Impedimento para utilizar recursos, aulas adecuadas, ejercicio de actividades complementarias necesarias para el desarrollo del trabajo pedagógico-docente.
  • Denegación de recursos como material, fotocopias, medios informáticos.
  • Apertura arbitraria de expedientes disciplinarios en su contra.
  • Utilización de alumnos y padres para participar en el acoso a base de quejas infundadas o carentes de toda veracidad o fundamento.
  • Injerencias injustificadas en la realización o calificación de pruebas o exámenes.
  • Exclusión para participar en coordinaciones de programas, participación en proyectos o ejercicio de cargos directivos en sus centros.

 

Por consiguiente, hablar con otros y otras docentes que están experimentando esta lacra en sus puestos de trabajo puede ser la primera forma de sentir un alivio emocional y también permite identificar los patrones de quienes actúan de forma dolosa contra la integridad física, psicológica y emocional de una legión silente de profesores y profesoras. Es por ello que Acciones Unidas y su  equipo trabajan en un nueva iniciativa para proteger la vida laboral y el bienestar profesional de aquellos(as) docentes (y personal administrativo) que solicitan nuestra ayuda. Esta asociación de Lanzarote trabaja en un proyecto pionero en el archipiélago para que el profesorado esté informado de sus derechos y conozca las herramientas disponibles con las que abordar el problema, desde conocer lo que es el acoso laboral encubierto y lo que no, hasta contar con el departamento jurídico laboralista, civil, penal y administrativo así como el apoyo psicológico necesario para curar las heridas y fortalecer la autoestima y el coraje necesarios para señalar dónde y quiénes practican esta forma sutil de homicidio imprudente cuando el relato de los delincuentes termina con el suicidio del (de la) docente en el peor de los casos. Si estás sufriendo acoso laboral encubierto,  no dudes en ponerte en contacto con el equipo de  Acciones Unidas de Lanzarote.https://www.asociacionaccionesunidas.com/