Canarias está llegando al límite…
Y no se trata de buscar ningún enfrentamiento político. No se trata de dar ningún espectáculo bochornoso sin sentido como el que, un día sí y otro también, da la Derecha rancia española a nivel estatal. Aquí se trata simplemente de defender lo nuestro, a nuestra gente, nuestra tierra…
Porque no se trata, en ningún caso, de ir contra el sector turístico, ni mucho menos. Por más que desde el Ejecutivo de la Nacionalidad Canaria se pretenda difundir ese bulo para crear división. Ni por más, que haya algunos «descerebrados» (que los hay), que simplifiquen el problema acusando al turismo en general y haciendo pintadas que ni atajan el problema ni lo enfrentan. Simplemente caen en «el juego» que se intenta «montar» desde el Gobierno de las Derechas canarias…
Que el principal motor económico de Canarias, a día de hoy (y seguramente durante mucho tiempo), es el turismo, es algo que nadie puede negar. Pero que se puede «morir de éxito» también es cierto. Canarias ha crecido en población de una forma más que desmesurada en muy pocos años. Y tanto en población residente como en población «flotante«. Eso ha creado numerosos problemas y hay que ponerle freno antes de que sea demasiado tarde…
No se trata de «turismofobia«, aunque nos lo quieran hacer creer. Se trata de buscar la forma de cambiar el actual modelo, consistente en cuantificar el número de visitantes e intentar atraer más y más, por un modelo que busque la calidad turística, la diversificación en diversos sectores, a fin de tener claro que, a veces, «menos es más»…
En el año 2001, siendo Presidente del Gobierno de la Nacionalidad Canaria Román Rodríguez, ante una situación similar a la actual (pero posiblemente menos grave), se inició un proceso de medidas urgentes que paró el planeamiento y la otorgación de licencias, lo que llevó a que en 2003 se aprobase por acuerdo de todas las fuerzas políticas la Ley de Directrices Generales de Ordenación y la Ley de Directrices Sectoriales del Turismo. Lo que todos conocimos como la «moratoria turística«. La situación se fue retomando. ¿Recuerdan en Tenerife el grave problema y las manifestaciones para salvar El Rincón, o parar las torres previstas en Vilaflor? ¿Recuerdan los grancanarios lo que significó la lucha por salvar Veneguera?. Todo eso se solventó gracias a esas Leyes y a la autodeterminación del Gobierno de aquella época en solucionar el problema de raiz…
Sin embargo, ahora mismo, la postura del actual Gobierno de la Nacionalidad Canaria es absolutamente contraria. Se habla de una Ley Canaria de Alquiler Vacacional que no soluciona nada (de hecho, no prevé inspecciones ni cargas fiscales para los propietarios lo que deja rienda suelta para el capital foráneo (léase fondos de inversión). A la misma vez que se permite crear viviendas vacacionales en prácticamente cualquier lugar (hay muchos barrios con ellas en donde es impensable pensar en ver un turista por allí), con el perjuicio que eso conlleva para el ciudadano canario al que le resulta imposible conseguir una vivienda digna a precio razonable. A la misma vez alguien que tenga una vivienda de su propiedad en suelo turístico tiene prohibido residir en ella y son multados aunque sea su vivienda habitual hace años…
A pesar de todos los problemas que está generando el crecimiento descontrolado de la población (tanto residente como flotante, insistimos), desde el Ejecutivo presidido por Fernando Clavijo se frotan las manos anunciando 12 millones de plazas aéreas para este verano , autorizan un nuevo hotel en Lanzarote con más de 700 camas , y anuncian a bombo y platillo fondos europeos Next Generation para fomentar la llegada de «nómadas digitales» …
Parece que al Ejecutivo de Fernando Clavijo conformado por Coalición Canaria y el Partido Popular no le interesa defender a Canarias. No le preocupa el desastre habitacional ni medioambiental que se está produciendo. Parece que sólo sigue los dictados de los altos empresarios. Nada nuevo bajo el sol. Por todo ello, las manifestaciones del 20A, bajo la consigna «Canarias tiene un límite«tienen que ser y van a ser, un éxito de los canarios…
Angel Rivero García