China acusa al presidente taiwanés de «romper lazos históricos» tras un polémico discurso

09 de Octubre 2024/Agencias

El Gobierno chino acusó este martes al presidente taiwanés, William Lai, de «romper deliberadamente los vínculos históricos entre ambos lados del Estrecho», después de que Lai asegurase que es «imposible» que la República Popular China sea la madre patria de Taiwán.

La portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) Zhu Fenglian aseveró en una rueda de prensa que «Taiwán es un territorio sagrado de China basándose en fundamentos históricos y legales claros».

En este sentido, Zhu recordó que el 25 de octubre de 1945, el Gobierno chino declaró la «recuperación de la soberanía sobre Taiwán» tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.

Además, el 1 de octubre de 1949, con la fundación de la República Popular China, el Gobierno de Pekín «reemplazó al de la República de China (actual nombre oficial de Taiwán) como el único representante legítimo de todo el país», indicó la vocera.

La portavoz subrayó que, «aunque la reunificación aún no se ha logrado por completo», la soberanía y el territorio de China «nunca se han dividido ni pueden dividirse» y el «hecho de que la China continental y Taiwán pertenecen a la misma China nunca ha cambiado ni puede cambiar».

«No importa qué tipo de paradojas históricas y declaraciones extrañas sobre la independencia de Taiwán lance Lai, no cambiará el hecho objetivo de que los dos lados del estrecho de Taiwán pertenecen a la misma China, y no acabará con el sentimiento patriótico de nuestros compatriotas taiwaneses», zanjó Zhu, que acusó además al mandatario isleño de «reprimir la identidad nacional de los compatriotas de Taiwán».

En respuesta, el Consejo de Asuntos Continentales (MAC) de Taiwán, el organismo gubernamental encargado de las relaciones con China, emitió un comunicado para denunciar las “absurdas declaraciones” de Zhu, subrayando que la República Popular China “nunca ha gobernado Taiwán” desde su establecimiento en 1949.

“El discurso del presidente Lai aclara el hecho objetivo de que las dos orillas del Estrecho no están subordinadas”, señaló el comunicado, agregando que las afirmaciones de la Oficina de Asuntos de Taiwán “permiten ver claramente a los taiwaneses” que el Partido Comunista Chino “no permite espacio de supervivencia para la República de China”.

“Para que la República de China continúe existiendo, debe depender del esfuerzo conjunto de todo el pueblo y no puede confiar en la buena voluntad del Partido Comunista, que puede cambiar en cualquier momento”, declaró el MAC, que reiteró su llamado a un “diálogo constructivo entre ambas orillas” del Estrecho.

Reivindicación de la soberanía taiwanesa
Lai, considerado como un «independentista» y un «alborotador» por las autoridades de Pekín, subrayó la semana pasada que Taiwán es un «país soberano e independiente», y mencionó que la República Popular China celebró recientemente su 75º aniversario, mientras que la República de China cumplirá 113 años este mismo jueves.

«Por lo tanto, en términos de edad, es imposible que la República Popular China sea la ‘patria’ del pueblo de la República de China. Por el contrario, la República de China podría ser el país de origen de los ciudadanos mayores de 75 años de la República Popular China», afirmó entre aplausos.

Durante los últimos días, las calles de Taipéi y de otras ciudades de la isla se han llenado de banderas para celebrar el Día Nacional de la República de China, una fecha que conmemora el inicio de la Revolución de Xinhai el 10 de octubre de 1911, que concluyó con el derrocamiento de la última dinastía imperial y la creación de una república.

Tras la victoria de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949), Mao Zedong proclamó el establecimiento de la República Popular China el 1 de octubre de 1949, lo que empujó al Gobierno de la República de China, liderado en ese momento por el nacionalista Chiang Kai-shek, a retirarse definitivamente a Taiwán en diciembre de ese mismo año.

Taiwán se ha gobernado de forma autónoma desde entonces bajo el paraguas de la República de China, aunque su estatus internacional se ha visto reducido considerablemente en los últimos años debido a la presión diplomática de Pekín, que reclama la soberanía de la isla.