COLAPSO CLIMÁTICO, HÍDRICO Y ENERGÉTICO:LA NECESIDAD DE UNA TRANSICIÓN ECOSOCIAL URGENTE EN ESPAÑA.

Miguel Ángel Hernández Concepción

Miguel Ángel Hernández Concepción
Catedrático Enseñanza Secundaria y Bachillerato, Especialista e Investigador.

Se puede afirmar que la DANA que ha afectado a la Comunidad Valenciana hace unas semanas nos sitúa en el peor desastre climático hasta el momento en España. Si en otras partes del planeta es la seguía el principal problema, las inundaciones serán especialmente relevantes en la región valenciana, aumentando los caudales de los ríos de los que depende la cuenca hidrográfica del Júcar. Cuando la matriz energética de la generación hidroeléctrica y la planificación de la gestión del agua y de la energía se hace insostenible por fenómenos climáticos extremos, se produce un superavit hídrico ( superación de la curva de duración mensual por encima del 75% de persistencia, luego de atender las demandas de agua) que también ha repercutido en el acceso a la electricidad de la población y en toda la cadena productiva del país. Las poblaciones rurales de la Comunidad Valenciana se están viendo especialmente afectadas, por lo que hacen falta transformaciones profundas en el marco de una transición ecosocial justa y real, no ficticia, mafiosa y criminal.

Como en todos los rincones del planeta, la región del mediterráneo está sufriendo las consecuencias de la crisis climática que, en este caso, se están manifestando con el exceso de lluvias: las precipitaciones en estas semanas han sido las equivalentes a las de un año completo. La información emitida por la AEMET (Agencia Española de Metereología), en su calidad de asesor técnico científico, sobre el superávit hídrico y las proyecciones climáticas para los meses de noviembre y diciembre de 2024, visibiliza el notable aumento de las precipitaciones en comparación con los valores históricos para esta época del año en varias regiones del país, incluida la valenciana, y resalta que estas condiciones anómalas están afectando de forma importante el balance hídrico y comprometiendo sectores clave como la agricultura, el abastecimiento de agua potable y la generación hidroeléctrica tal y como hemos podido comprobar en esta última semana.

Por ello, el manejo insostenible de los recursos hídricos, sumando la falta de mantenimiento preventivo de las estaciones hidroeléctricas y a la enorme dependencia hidroeléctrica de otras zonas del país y a la enorme dependencia hídrica de este tipo de megaproyectos ha traído consigo una crisis energética a nivel nacional de la que tampoco han informado debidamente ni los medios de comunicación ni la ministra de Transición Ecológica. Igual de grave es que la población experimente cortes de energía por sequías que por inundaciones apocalípticas. Los cortes de luz se repetirían, no se sabe por cuántas horas o días, con episodios como el que desgraciadamente hemos padecido en nuestro país sin garantías de que no se vuelva a dar otra DANA antes de que finalice el año 2024 según ha preconizado algún científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Ante este panorama, por consiguiente, recomendaría- a los y a las que se dedican a culpar a los y las contrarias para evadir el bulto de tan enorme negligencia y gestión de lo público- el cumplimiento íntegro de las disposiciones europeas por el riesgo de inundaciones no solo en la provincia de Valencia sino en otras regiones de la península. Este mes no solo en Valencia sino también en Cataluña, La Mancha y Andalucía se han registrado precipitaciones que han puesto en riesgo a toda la población. Así, pues, la DANA, desgraciadamente, ha dejado patente que la Comunidad Valenciana es una de las regiones españolas más vulnerables a la crisis climática y especialmente preocupante mientras muchos (as) políticos y otras instituciones intentan engañar a la ciudadanía que, muy acertadamente, se ha unido como en Fuenteovejuna a la luz de lo visto en Paiporta el domingo pasado. Recomiendo, en primer lugar, la lectura de la obra de Lope de Vega en todos los centros de secundaria para que el profesorado y el alumnado reflexionen sobre los comportamientos totalitarios de aquellos(as) que disfrutan de un poder prestado por el pueblo y las consecuencias que se derivan de un mal uso de aquel sobre todo cuando genera muertes, destrucción, pobreza y enfermedad. Por último, como no podía ser de otra manera, desde aquí todo mi apoyo y cariño para los y las que fueron mis compañeros y compañeras de trabajo cuando estuve destinado en Torrevieja en la provincia de Alicante que, por aquel entonces, también experimentaba inundaciones frecuentes como la que afectó unos días antes de las vacaciones navideñas del año en que tocó allí el gordo terminado en ocho. Y que luego digan que la memoria no sirve para nada…, será que lo que quieren contagiar es la peste del insomnio y la enfermedad del olvido como en Cien años de Soledad de García Márquez, segunda lectura que recomiendo hoy y sin olvidarme de pedir al universo que la lotería de navidad vuelva a hacer justicia, al menos económica y materialmente hablando, donde la tristeza, la desolación y el sufrimiento han abierto una brecha de difícil duelo por la existencia de muchos y muchas culpables.