Concentración pacífica de ANIR Catedral de La Laguna
01 de diciembre 2024
En la emblemática Plaza de los Remedios de La Laguna se ha alzado la voz, a través de un manifiesto titulado «Por la Protección Integral de la Infancia y contra el abuso/violencia sexual», para defender la dignidad, la justicia y los derechos de los más vulnerables: nuestros niños, nuestras niñas y nuestros adolescentes.
Desde las asociaciones ANIR, AVA, Lulacris y la iniciativa europea «Justice Initiative» de la Fundación Guido Fluri, nos hemos concentrado para denunciar con firmeza el abuso sexual infantojuvenil, una de las violencias más atroces que un ser inocente puede sufrir en esta vida.
Recordamos a las víctimas
En este evento se hemos rendido un homenaje a las víctimas que no lograron sobrevivir al impacto de tales experiencias. A las niñas, a los niños y adolescentes que murieron sin ser escuchados ni ayudados; que sufrieron el estigma, la soledad y el olvido; que se refugiaron en conductas autodestructivas o, en los casos más trágicos, optaron por quitarse la vida. Su sufrimiento no debe quedar en el olvido. Y exigimos justicia, reparación y medidas urgentes para que no se repitan tragedias como estas.
Una realidad alarmante que no puede ignorarse
Estudios recientes revelan que, en España, entre el 10 y el 20% de la población ha sufrido algún tipo de abuso sexual durante su infancia o adolescencia. Los contextos en los que se producen son el familiar, el educativo, el deportivo o el religioso. Y denunciamos la falta de medidas efectivas para prevenir, denunciar y sancionar estos actos, subrayando la responsabilidad en este asunto de las instituciones que dan estructura a la sociedad. institucional en esta crisis.
Exigimos responsabilidad institucional
En el manifiesto señalamos, a las instituciones que durante años han optado por proteger a los agresores en lugar de a las víctimas. Ejemplos como el de la Diócesis de Tenerife evidencian la falta de compromiso para hacer frente a la violencia sexual y la complicidad en su encubrimiento. En este contexto, el portavoz de ANIR en Canarias, Ciro Molina, respecto a la pederastia eclesial, pidió que «la Iglesia debe primero pedir perdón y luego asumir su responsabilidad civil y, en los casos en los que la responsabilidad penal no haya prescrito, acompañar a las víctimas, apoyarlas jurídicamente y ayudarlas para que salgan
adelante». Y como organizaciones insistimos en que las instituciones religiosas y civiles deben reconocer públicamente el daño causado, reparar integralmente a las víctimas y colaborar con las autoridades para garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales.
Lo que pedimos a los poderes públicos
Instamos a las instituciones públicas implementen medidas efectivas para prevenir la violencia sexual y apoyar a quienes la han sufrido. Esto incluye reforzar leyes existentes, desarrollar campañas de sensibilización, formar a profesionales claves y garantizar que las víctimas tengan acceso a recursos de apoyo. No son cuestiones negociables. Son indispensables para erradicar esta lacra.
Nuestro compromiso
Con un mensaje contundente, las diferentes asociaciones afirmamos: «Proteger a los agresores es traicionar a los inocentes». Es hora de que la vergüenza y el miedo que silencian a las víctimas recaigan sobre los abusadores y sus cómplices.
La violencia sexual infantojuvenil es el reflejo de una sociedad que debe cambiar. El compromiso con este cambio es ineludible: por las víctimas que sobrevivieron y por las que no pudieron hacerlo; por una infancia que merece crecer en paz y seguridad; por una sociedad donde ningún niño, niña o adolescente tenga que vivir con miedo.
Por último, el lema de la concentración fue: «Yo no pude estar a salvo de la violencia sexual, pero juntos podemos asegurarnos de que tus hijos sí lo estén». Las víctimas y supervivientes merecen salir adelante, enfrentar la vida, volver a confiar, vivir tranquilas y ser felices. Este es nuestro compromiso, y no descansaremos hasta que se cumpla.
¡Basta ya de silencio! ¡Es hora de actuar con justicia y determinación!