Editorial: La guerra de las audiencias y las mentiras
No se puede entender bien, siempre habíamos pensado que lo blanco es blanco y lo negro es negro, y como decía en unos de sus poemas cortos Luis Eduardo Aute «no hay grises que valgan por medio».
A ver como se come esto, que alguien nos lo explique..
Ayer sobre las dos treinta de la tarde, casi simultáneamente Telecinco y Antena 3 anunciaban a bombo y platillo que Mediaset y Atresmedia, ambos grupos antagonistas y representando a medios diferentes, habían conseguido la supremacía de las audiencias durante el año 2013. Curiosamente ambos grupos hablaban de la misma procedencia con respecto a sus fuentes de información, y suponemos, que de pago
Esto es un «cachondeo», o la empresa que les facilita la información mienten como bellacos, o por el contrario son las propias televisiones las que tratan de colarnos una información manipulada y subjetiva. La guerra por tratar de conseguir la supremacía televisiva a costa de lo que sea está servida. A nadie le preocupa si los medios mienten o si ofrecen una televisión basura, solo importa llevarse al huerto los niveles de audiencia para rentabilizar sus negocios, olvidándose de la verdadera función del medio, servir a sus tele-videntes.
La cosa se está desmadrando, si a estas alturas ya no podemos creer en la veracidad de la información de los medios, como vamos a ser fieles a sus consignas cuando estas se produzcan, si son capaces de aliarse con el mismísimo «diablo» con tal de ver y multiplicar dinero. Solo piensas en euros y a los prebostes de ambas televisiones se les están hinchando sus cabezones pareciéndose mas a una hucha, que a un desarrollo intelectual de sus conocimientos e ideas.
Es una pena, que no se olviden de las estadísticas y estén más pendientes de lo que ofrecen a los millones de tele-espectadores, que cada día están mas hartos de las ofertas televisivas.
¡Que me lo expliquen que ya está bien..! No pueden ser los dos al mismo tiempo los mejores en número de tele-espectadores, alguien miente o se está forrando con esta historia, o ambos grupos están de acuerdos en engañarnos.
Y que estos interesados sean los que tienen en sus manos, entre otras cosas, la educación de nuestros hijos… ¡tiene coña!