Editorial: No rompamos la ilusión de los más pequeños
5 enero El Diario de Canarias
Y llegaron los Reyes «Mágicos», los que nos hacen soñar cuando somos pequeñitos y nos decepcionan más tarde cuando descubrimos.. !que de Reyes Magos nada de nada!.
En nuestra temprana inocencia, llegamos a pensar muchas veces que los Reyes de Oriente eran elitistas y selectivos, porque casi siempre a los niños de los ricos o más pudientes, les traían regalos mucho mejores que a nosotros, preguntando a nuestros padres con cierta desidia porqué se producía esa diferencia, a lo que nuestros progenitores casi siempre contestaban (para no romper el encanto), «porqué ellos se han portado mejor que tú…
¡Tututrú que te ví!
Las verdaderas razones estaba muy lejos de ser las buenos o malos comportamientos de todo un año, y si tenían mucho que ver con los dineros que unos y otros tenían en los bancos siempre de ellos o de sus amigos.
A pesar de todo seguíamos creyendo en aquellos Reyes «mágicos» que venían de puntos lejanos a traernos un poco de ilusión en fechas familiares tan entrañables, y sobre a diferencia de días normales, nuestros padres no se despegaban de nosotros…
Las cosas van cambiando, también la comunicación y los medios, ya a nadie se le escapa sin el más ligero rubor, que televisiones, amigos e incluso familiares, dicen a los chiquillos de apenas seis años que los Reyes Magos no llegan de Oriente, que son los padres y que los regalos que les llegan tienen relación directa con la economía a veces maltrechas de los papás, y que es ahí donde está la diferencia con los niños ricos.
Un mal favor les estamos hacemos a los.niños que a edades muy temprana van perdiendo la ilusión que los más mayores vivimos, y que al menos en aquellos tempranos años nos llenaba de alegría.
No les quitemos lo poquito que les queda, mantengamos viva la inocencia de los niños, que ya tendrán tiempo de ver la cruda realidad de una vida que será buena o mala dependiendo de la cuna en la que hayan nacido.
Bienvenidos los «Reyes Mágicos» en nombre y reivindicación de cientos de millones de niños en el mundo,que aún los reciben con gratitud, alegría e ilusión por haberse acordado de ellos, y una enorme tristeza para aquellos que producto de las maldades de los mayores y de una sociedad cada vez más diferenciada 2014 nos les dejará nada.
Y por favor… ¡no les digan que se han portado mal el año pasado y que por eso les traen solo carbón…!