Educación licita la instalación de módulos fotovoltaicos en veintisiete centros de las islas por valor de casi dos millones de euros

FOTO. Imagen de archivo del acuerdo entre la Consejería de Educación y Energía Bonita para la instalación de placas fotovoltaicas en los centros.

13 de Septiembre 2024

La consejería que dirige Poli Suárez continúa avanzando hacia la adaptación de las infraestructuras escolares al cambio climático, convirtiéndolas en espacios más sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético

Hasta el 30 de septiembre permanece abierto el plazo para la presentación de ofertas a la licitación con la que la Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, que dirige Poli Suárez, pretende instalar energía fotovoltaica en veintisiete nuevos centros de las islas.

 

Financiada con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, esta iniciativa, que persigue mejorar la sostenibilidad energética de los centros educativos, avanzar hacia la transición energética y la descarbonización y fomentar las energías renovables en la enseñanza pública, supondrá una inversión de 1.962.015 euros.

 

Para ello, la Dirección General de Infraestructuras y Equipamientos, que coordina Iván González, analizó las necesidades de los centros, priorizando, en función de ellas, aquellos en los que finalmente se instalarán estos módulos de energía solar fotovoltaica en la modalidad de autoconsumo.

 

Se trata de doce centros de Tenerife, diez de Gran Canaria, uno de Fuerteventura y cuatro de La Palma. En concreto, de los institutos de educación secundaria (IES) Serafín Pardo, Adeje, Los Realejos, Luis Diego Cuscoy, Los Cardones, Magallanes, El Médano, Güímar y La Laboral, así como de los centros integrados de formación profesional (CIFP) César Manrique, Los Gladiolos y Virgen de Candelaria, en Tenerife; los IES La Isleta, El Rincón, Agaete Pepe Dámaso, La Aldea, Guía, Feria del Atlántico, Doramas, Alonso Quesada y Primero de Mayo, así como el CIFP San Cristóbal, en Gran Canaria; el IES Gran Tarajal, en Fuerteventura, y los también IES Luis Cobiella Cuevas, Villa de Mazo, El Paso y Eusebio Barreto Lorenzo, en La Palma.

 

Siete lotes y dos fases

 

La oferta está dividida en siete lotes según criterios geográficos, lo que permitirá la ejecución de los trabajos recogidos en la licitación de una manera más eficaz y eficiente.

 

Las empresas, que hasta las 23:59 horas del citado 30 de septiembre pueden optar a esta licitación a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público, se encargarán de la adquisición de los materiales y de la ejecución de las obras, así como de los trámites necesarios para la puesta en funcionamiento de las placas fotovoltaicas en régimen de autoconsumo en las cubiertas de los veintisiete centros.

 

Además, el contrato se ejecutará en dos fases: la primera consistirá en la redacción de los proyectos, y la segunda se centrará en la integración adecuada de los sistemas energéticos renovables en las infraestructuras escolares.

 

Este expediente se suma a otros previos que incluyeron la adjudicación de contratos en veintiún centros educativos de Lanzarote, El Hierro, Tenerife, Fuerteventura y Gran Canaria, además del acuerdo firmado con la entidad Energía Bonita Sociedad Cooperativa, que ya permite en La Palma el uso privativo de las cubiertas de siete centros educativos para la instalación de plantas solares destinadas al autoconsumo, cediendo la citada entidad un canon de la potencia instalada.

 

Hacia una enseñanza más sostenible

 

Según las directrices de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática en 2050, la Consejería de Educación tiene entre sus objetivos estratégicos lograr que un ocho por ciento de los centros educativos de Canarias sean medioambientalmente sostenibles.

 

El Gobierno de Canarias persigue así alcanzar los objetivos de descarbonización mediante la instalación de infraestructuras verdes, abriendo el camino hacia una transición ecológica real, reduciendo el consumo y, por tanto, el gasto, pero sin renunciar a unas condiciones eléctricas óptimas.

 

En ese sentido, lleva a cabo un proceso de modernización y adecuación de las infraestructuras escolares que, entre otros aspectos, contempla adaptar los centros al cambio climático, convirtiéndolos en espacios más sostenibles, capaces de autoabastecerse, generar energía limpia y reducir las emisiones de CO2.

 

También en esa línea, al Protocolo de actuación en el ámbito educativo ante situaciones de altas temperaturas, presentado hace unos meses, se suma el primer Plan de adaptación a las altas temperaturas, dotado con más de 30 millones de euros y entre cuyas líneas de actuación figuran el análisis de las condiciones ambientales de los centros; la creación de espacios amables en infraestructuras nuevas o existentes; naturalización o renaturalización; incorporación de sistemas de refrigeración, medidas más inmediatas; la conversión en reto educativo de la formación en cambio climático y la implementación de energías renovables con procedimientos como el aquí descrito.