Ejército israelí intercepta dron disparado desde Líbano mientras sigue escalando tensión
29 de Julio 2024/Agencias
El Ejército israelí interceptó «con éxito» un dron disparado desde el Líbano a primera hora de este lunes y que iba dirección a la Galilea, en el norte de Israel, según detalla un comunicado castrense, mientras sigue escalando la tensión entre Israel y el grupo chií Hizbulá, a quien atribuye el ataque del sábado en la ciudad drusa Majdal Shams que dejó 12 niños muertos.
Tras derribar el vehículo aéreo no tripulado, las alarmas antiaéreas sonaron en las ciudades de Yaara y Admit, en el norte de Israel, «por el temor a que cayera metralla», recoge el comunicado.
La tragedia en la ciudad drusa de Majda Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel, ha puesto en alerta al Ejército israelí de la vulnerabilidad de los civiles que quedan viviendo en los puntos del norte de Israel que no han sido evacuados mientras diariamente hay un intercambio de fuego.
Por eso, el Ejército está estudiando más medidas de seguridad que puedan alertar a los civiles ante la llegada de proyectiles.
El sábado, el famoso sistema de defensa antiaéreo israelí, el conocido como la Cúpula de Hierro, no logró interceptar el cohete que impactó en el campo de fútbol, ni que sonaran las alarmas con más antelación debido a la «topografía compleja» del lugar, según la investigación preliminar del Ejército.
El proyectil fue detectado desde el momento de su lanzamiento, pero solo pasaron 20 segundos desde que sonaron las sirenas hasta que impactó, matando a doce menores, debido a la corta distancia.
En este sentido, el Ejército ha anunciado que hará pruebas de las alarmas antiaéreas en las localidades norteñas de Hukok, Migdal y Mitzpe Ilan, cerca del mar de Galilea, entre las diez y las doce de la mañana hora local.
«En caso de un ataque real, las sirenas sonarán dos veces», explicaron en un comunicado.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, que se ha cobrado la vida de unas 565 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 350 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria; además de un centenar de civiles.
En Israel han muerto 46 personas en el norte, 22 militares y 24 civiles, incluidos los 12 menores y adolescentes en el ataque del sábado, el más mortífero en Israel desde el inicio de las hostilidades, lo que hace temer una guerra abierta que se viene anunciando desde hace diez meses
El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha prometido venganza contra Hizbulá tras el ataque a la ciudad drusa y la comunidad internacional teme que el conflicto en la frontera entre Israel y Líbano se agrave más.
«Pagará un alto precio, Hizbulá», es el mensaje que han repetido varios miembros del Gobierno israelí.