El Ayuntamiento mejora la iluminación y la eficiencia energética en la avenida Santa Cruz
La segunda fase del proyecto, en el tramo norte de la vía, supondrá una inversión de más de 317.470 euros
(29 de agosto de 2024).- El Ayuntamiento de Granadilla de Abona ha adjudicado la segunda fase de la obra del alumbrado de la avenida Santa Cruz, en San Isidro, por un importe económico de 317.476,80 euros. El proyecto aportará una mejora significativa de la iluminación en general y de la visibilidad en los pasos de peatones, así como de la eficiencia y el ahorro energético del tramo de la vía que discurre desde el inicio del núcleo, en la zona norte, hasta la rotonda de la ermita.
La alcaldesa, Jennifer Miranda, explica que los trabajos se iniciarán en breve y producirán una mejora sustancial a la principal vía de San Isidro, incrementando con ello la seguridad vial y peatonal, así como una mejora en la estética, a lo que hay que sumar una reducción muy significativa en el consumo eléctrico, generando un ahorro para las arcas públicas. Agrega la alcaldesa que “la mejora de la Avenida Santa Cruz era un compromiso del gobierno municipal y una propuesta realizada desde hacía tiempo debido a la precaria situación en que se encontraba su alumbrado“.
Por su parte, el concejal de Obras y Servicios Públicos Municipales, Marcos Antonio Rodríguez, manifiesta que “se siguen actualizando los niveles de iluminación en distintos puntos del municipio y, con ello, la eficiencia energética. Damos respuesta a una demanda en esta avenida en cuanto a su alumbrado y, también, en los pasos de peatones”. Agrega que, también, hay que sumar otras tres obras del alumbrado público ejecutadas en Cruz de Tea, Chimiche y la Avenida Mencey de Granadilla casco.
En esta instalación de alumbrado exterior que se proyecta en San Isidro se sustituirán 34 puntos de luz de 150 vatios por 87 luminarias led de 1.876 vatios, propiciando un ahorro anual de 7.000 kilovatios/hora, y se hace fundamentalmente para proporcionar unas mejores condiciones de iluminación y obtener la máxima seguridad del tráfico, tanto rodado como de los peatones, procurando reducir todo tipo de incomodidad visual y, principalmente, el deslumbramiento.