El Cabildo aprueba iniciar el expediente para que la Fiesta Comarcal del Día de la Cruz sea reconocida como Bien de Interés Cultural
21 de Septiembre 2024
El Pleno de la Corporación insular ha aprobado en Sesión Plenaria una moción institucional para iniciar los trámites para obtener este reconocimiento
El Cabildo de La Palma aprueba una moción institucional para iniciar los trámites para que la Fiesta Comarcal del Día de la Cruz sea reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC) para apostar por la protección de la manifestación artística de mayor arraigo en la comarca este. El acuerdo se ha alcanzado en la Sesión Plenaria Extraordinaria de la Corporación insular de este viernes, 20 de septiembre.
La primera institución palmera defiende que esta festividad, que se celebra en los municipios de Santa Cruz de La Palma, Breña Alta, Breña Baja y Villa de Mazo, hace que las cruces de cada plaza, encrucijada de caminos, capillas e incluso en domicilios reciban el homenaje de quienes se encargan de adornarlas y enramarlas para la ocasión y de los miles de persona que se encargan de recorrerlas y admirarlas. De esta manera, desde la víspera, los vecinos de estas zonas decoran las cruces con los más variados motivos ornamentales en los que llevan trabajando desde meses atrás, desde flores hasta lujosas joyas.
Por este motivo, el Cabildo con esta aprobación pretende poner de relieve el trabajo de cruceros, mayordomos y vecinos de estos cuatro municipios que han ido transmitiendo, de generación en generación, esta seña de identidad tan representativa, destacando la importancia que tiene tanto a nivel cultural como turístico.
A partir de esta aprobación, el Cabildo trabajará en la incoación e instrucción de los procedimientos necesarios para la declaración como Bien de Interés Cultural, elevándose posteriormente al Ejecutivo regional para su resolución.
Bien de Interés Cultural (BIC)
Los BIC pueden ser tanto bienes inmuebles, bienes muebles, como el conocimiento y actividades tradicionales de ámbito regional, insular o local y este reconocimiento conlleva el máximo nivel de protección establecido según la normativa vigente, ya que, al tratarse de manifestaciones culturales destacadas de Canarias, requieren de un régimen de protección estricto que garantice su conservación.