El ciclo de conferencias del Aula Miguel Martín Fernández de la Torre cierra reflexionando sobre el deseo y las experiencias turísticas
• Expertos analizan las claves para un cambio de modelo turístico, en el que la mirada de los locales, la economía de demanda y los movimientos sociales juegan un papel importante para replantearse otro tipo de turismo.
Las Palmas de Gran Canaria, 29 de julio de 2024.– El Aula Miguel Martín Fernández de la Torre ha cerrado su primer ciclo de conferencias debatiendo sobre «Deseo y experiencias turísticas», dos conceptos que subyacen al momento de hacer turismo y que moldean el diseño de experiencias o productos turísticos. Sobre esta relación profundizaron el filósofo y escritor, Amador Fernández-Savater; el profesor de diseño y vicerrector de Universidad de La Laguna (ULL), Alfonso Ruíz y el arquitecto Juan Palop.
Fernández-Savater, partiendo de la interrogante ¿a qué tipo de experiencias nos remite el turismo?, contrapuso los estereotipos a la experiencia, ésta última entendida como una vivencia fuerte que deja una marca o que produce una transformación en la persona después de visitar determinada ciudad o conocer otra forma de vida.
“Un estereotipo es un sentido empaquetado, un sentido que nos viene ya hecho, que está diseñado a priori para nosotros y que nosotros, simplemente tenemos que consumir (…). Lo que señala el estereotipo es ‘aquí no hay nada que ver’, es decir no hay nada que no hayamos visto ya (…); en el caso del turismo: ya fotografiado, ya ‘instagrameado’ o ya visitado, es decir, vamos a ver y sentimos al ver lo que ya sabíamos que teníamos que ver y sentir de antemano”, explicó.
Pese a que no se ofrece nada nuevo a ver, sentir o pensar a los turistas, sino
algo a reconocer, produce un goce en lo repetido, como cuando se fotografía millones de veces, apuntó.
Alfonso Ruiz, por su parte, diferenció entre el viaje como la necesidad humana y el turismo como “la versión industrial del viaje”, de modo que los productos empaquetados que se ofertan se convierten en “un simulacro de experiencia vendible”. Frente al problema que está generando el fenómeno del turismo actual, defendió la ética y el establecimiento de códigos deontológicos que impidan a los diseñadores proponer productos turísticos que tengan un impacto negativo en el medio ambiente y en la sociedad.
“Allí aparece el concepto de innovación que es el que nos lleva a estar aquí y buscar soluciones en positivo o a intentar buscar esto que llamamos utópicamente turismo sostenible, las soluciones más viables, el equilibrio, desde luego es un concepto ligado a la industria”, explicó Ruiz.
Planteó, además, que el turismo fomenta una actividad basada en “la mirada del otro” y Canarias es un claro ejemplo de un simulacro que no está basado en la mirada de los locales, sino en cómo ven las islas los de afuera o desean verlas, con imágenes pre-construidas o exóticas que luego Canarias ha utilizado como su propia imagen promocional.
“¿Qué se puede hacer para que esto sea sostenible? Realmente, en mi opinión, poca cosa, porque la innovación es parte del mismo problema”, apuntó el experto.
El arquitecto Juan Palop valoró que los diseños que se realicen en los próximos 50 años sean concebidos como una economía de demanda y no de oferta. Asimismo cuestionó la falta de un criterio autónomo, que no se rija por el mercado, proponiendo al Jardín Canario como modelo del nuevo turismo, uno de los espacios más visitados de Las Palmas de Gran Canaria, cuya gestión
considera lo ambiental y lo social de rango superior, y recoloca la economía del turismo en una “economía de los límites” y no de “aquí vale todo”.
“El problema es que esta industria está dirigida por gerentes que solo ven
economías de ofertas y no son capaces de trabajar en economías de demanda porque ésta exige saber muy bien dónde estás y tener el valor y la creatividad para gestionar esos impulsos, esa bestia”, opinó Palop, también fundador del instituto 20 grados.
Los especialistas coincidieron en que la clave para afrontar el problema que ha generado el turismo en los destinos, está en la regulación, que detenga la construcción de hoteles, el aumento de vuelos y la llegada de más gente. Pero también, estos límites están marcados por los movimientos sociales que señalan lo que no funcionan y que permiten salir de los automatismos para empezar a analizar los limites que están tensando el sistema, qué se quiere, cómo vivir o cómo acoger al turista.
La directora del Aula Miguel Martín Fernández de la Torre, cerró el evento invitando a continuar reflexionando sobre el turismo actual como el modo de vida contemporáneo y volver a replantearse qué es lo que queremos, desde lo individual y desde ese entorno cercano, emprender acciones.
Esta iniciativa ha contado con el respaldo financiero del Cabildo de Gran Canaria y ha estado organizada por Turismo LPA el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Hotel Santa Catalina, bajo la dirección y producción de EspacioGuía. También ha sido apoyada académicamente por el Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible (Tides) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Aula Cultural de Diseño de la Universidad de La Laguna.