El Hierro siempre en lista de espera
Por David Cabrera de León.
Cada año miles de herreños se ven obligados a desplazarse a Tenerife o Gran Canaria para recibir atención sanitaria especializada, y aunque es innegable que en los últimos años hemos visto avances en materia de sanidad, la realidad es que quienes vivimos en El Hierro seguimos padeciendo las consecuencias de un sistema altamente centralizado en el contexto canario.
El Hospital Insular Nuestra Señora de Los Reyes ofrece, sin duda, unos servicios excelentes gracias al esfuerzo y profesionalidad de los trabajadores sanitarios y a la gestión de sus responsables. Un hecho que se ha visto reflejado en la Encuesta de Satisfacción al Alta Hospitalaria del año 2023, donde se obtuvo una nota de sobresaliente a la atención recibida.
Sin embargo, cuando se trata de atenciones más específicas o avanzadas, la respuesta siempre es la misma: un viaje a una de las islas capitalinas. La falta de determinados especialistas en El Hierro sigue siendo un desafío que afecta directamente a nuestra calidad de vida, y a pesar de los intentos de mejorar, años después seguimos a la espera de proyectos y promesas como la ampliación del Centro de Salud de Frontera, la finalización de los centros de El Pinar y Valverde, y la puesta en marcha definitiva de la resonancia magnética, una herramienta indispensable que ayudaría a reducir estos desplazamientos.
Además de los problemas estructurales en la sanidad de El Hierro, la creciente demanda de conexiones aéreas supone otro desafío importante para la organización de los desplazamientos sanitarios. Las dificultades para conseguir plazas en los vuelos diarios con la isla complican aún más los traslados de los pacientes.
Para muchos esta situación se ha convertido en algo tan rutinario que se ve como parte de la vida insular. La salud es un derecho fundamental, y la distancia geográfica no debería ser un obstáculo para recibir la atención que merecemos, a la altura real de nuestras necesidades. Hay herreños que incluso han tomado la decisión de trasladar su residencia a Tenerife o Gran Canaria, con el único objetivo de estar más cerca de los hospitales de referencia. Esto es una evidencia clara de que el sistema no está funcionando como debería y que además agrava el problema de la falta de población en las islas mal llamadas menores y la sobrepoblación en las capitalinas.
Un sistema sanitario más equitativo y descentralizado no solo mejoraría nuestra calidad de vida, sino que también evitaría muchos de los costes emocionales y económicos asociados a los traslados continuos. La salud de los herreños debe ser prioridad y es hora de que la sanidad en El Hierro sea tan accesible como lo es en el resto del archipiélago.