El movimiento universitario por Palestina sigue acampado en el aniversario de la Nakba
15 de Mayo 2024/Agencias
Los estudiantes de las universidades de Jaén, La Rioja y Salamanca son los últimos que se han adherido al movimiento de apoyo a Palestina que se ha extendido por lo campus españoles, y que este jueves lleva a la huelga a los alumnos de la Universidad de Barcelona.
La asamblea de la Acampada de la de Universidad de Barcelona (UB) por Palestina, que lleva una semana en el patio del recinto histórico del centro, ha llamado a la huelga a los estudiantes de secundaria y enseñanza superior este 15 de mayo, coincidiendo con el 76 aniversario de la Nakba (el desplazamiento masivo de palestinos tras la creación del Estado de Israel), para conseguir la ruptura de relaciones con universidades, entidades y empresas de Israel.
Además, se ha convocado una protesta que arrancará a las 12:00 horas de la plaza Universitat de Barcelona, ha informado a EFE el portavoz de los acampados, Pablo Castilla.
Fue en la Universidad de València (UV) donde comenzó el 29 de abril esta movilización para exigir «el fin del genocidio en Gaza», a la que se fueron sumando Alicante, Granada, Navarra, País Vasco, Cantabria, Málaga, Zaragoza, así como los universitarios madrileños, que ya han montado dos centenares de tiendas de campaña en el corazón de su Ciudad Universitaria.
Los estudiantes de la Universidad de Jaén, La Rioja y Salamanca han sido los últimos que se han adherido al movimiento de protesta, mientras que desde el lunes por la noche se ha instalado una acampada en el acceso principal del rectorado de la Universidad de Sevilla, un lugar distinto al acordado, según las autoridades académicas, lo que provocado cruce de reproches.
En todos los casos la movilización es también una medida de presión para conseguir la ruptura del mundo académico con Israel, al considerar un paso adelante, pero insuficiente, el pronunciamiento en este sentido de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE).
La Junta Rectora de la CRUE emitió un comunicado el pasado 9 de mayo en el que mostró su disposición a revisar, y en su caso, a suspender los acuerdos de colaboración con centros de investigación israelíes o con las universidades de este país que no hayan expresado un firme compromiso con la paz, al tiempo que respaldó las acampadas y manifestaciones en España.
Solicitaron también el «cese inmediato y definitivo de las operaciones militares del ejército israelí», así como de cualquier acción de carácter terrorista, y la liberación de las personas secuestradas por Hamás.
Este posicionamiento y el movimiento estudiantil en España cuentan con el apoyo del Gobierno, manifestado a través de las declaraciones de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, pero no así del principal partido de la oposición, cuyo portavoz, Borja Semper, afirmó en una entrevista que las acampadas son «contra Israel y a favor de Hamás».
Tampoco cuenta con el respaldo de la Comunidad de Madrid, cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, alertaba de la politización de los campus.
«Vamos a pasar de señalar con la estrella de David, judío, ahora, a empezar a señalar el negocio israelí para perseguirlo», afirmó días antes de que su Consejería anunciara una reunión con los rectores madrileños para llamarles la atención sobre las consecuencias jurídicas de la revisión o suspensión de los acuerdos de colaboración con Israel.