¿En qué momento se «normalizó» el odio?…
¿En qué momento se perdió el respeto por la Vida? ¿En qué instante la Declaración Universal de los Derechos Humanos se convirtió en papel mojado? ¿Quién decidió quienes merecen ser respetados y quienes no?…
¿Qué situación ha llevado a que se «normalice» la xenofobia, el racismo, la aporofobia o la homofobia? ¿Qué ha llevado a que el fascismo que parecía desterrado de la sociedad esté creciendo de nuevo con todo el daño social y humano que ello conlleva?…
¿Es mínimamente «razonable» el odio hacia los menores migrantes, personas (Sí, personas) que simplemente buscan salir de la miseria y el infierno de sus vidas?. El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) ha publicado un informe donde deja claro que los menores migrantes no acompañados son usados como objetivo de la mayoría de los discursos de odio lanzados desde las redes sociales. Se les vincula con la inseguridad ciudadana y se les «considera» una «amenaza»…
Pero no se trata sólo de las redes sociales: determinados medios de comunicación (vinculados todos a la Derecha) hacen continuamente «propaganda»de la «peligrosidad» de los inmigrantes (menores o adultos) mientras no ponen el mismo «interés» cuando los delitos son cometidos por españoles o europeos, con lo que consiguen estigmatizar al inmigrante…
El Foro para la Integración Social de los Migrantes también ha publicado un informe donde advierte del alarmante crecimiento de los bulos hacia los migrantes y deja bien claro que ni acaparan la Sanidad Pública ni reciben más ayudas que la población local. De hecho expone que, salvo en el País Vasco, las ayudas a personas en riesgo de exclusión social exigen estar en situación de residencia regular, lo que deja fuera de las citadas ayudas a cualquier inmigrante ilegal. Pero los bulos se difunden, y el odio generado desde el fascismo creciente hace que muchos crean las mentiras y, a su vez, las difundan…
Pero ¿Qué pasa cuando ya no es sólo la Extrema Derecha fascista la que difunde bulos y genera odio hacia el inmigrante, sino que desde el principal partido de la oposición se hace lo propio? El mismo Feijóo, líder del Partido Popular (mientras le deje Ayuso) ha dicho sobre los menores migrantes que «El Gobierno los mete en aviones y luego los deja en determinados barrios». No sólo es un bulo descarado e incitador de odio, sino que haría bien este señor en recordar que si alguien fue capaz de semejante indignidad, fue su antiguo líder en Canarias (luego venido a menos, Panamá mediante), José Manuel Soria, siendo Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, quien envió en vuelos nocturnos con destino a Madrid al menos a 200 personas. Todo ello sin coordinarse ni con el Estado español ni con ninguna ONG…
Y siguiendo con el desprecio por la vida y la propagación de odio desde el principal partido de la oposición, hay que tener presente que, esta misma semana, el Partido Popular ha pedido que se recurra a la Armada contra los migrantes que tratan de llegar a las costas. Una irracionalidad sin sentido que demuestra, una vez más, que la distancia entre el PP y el partido fascista de Vox es cada vez menor…
Una ocurrencia, la del uso de la Armada, que ha sido calificada de «extremista, ilegal e inhumana» por Román Rodríguez y Luis Campos, desde Nueva Canarias. Quienes también han recordado que ahora mismo existe un acuerdo entre la Nacionalidad Canaria y el Estado español para el reparto de los menores inmigrantes que está siendo frenado precisamente por el Partido Popular…
Hay que recordar que esta insensatez ya fue propuesta en 2020 por los fascistas de Vox y el anterior líder del PP (el defenestrado Pablo Casado), y que el por entonces jefe de la Armada, el almirante Teodoro López Calderón, hoy día Jefe del Estado Mayor de la Defensa, respondió con contundencia: “Si cualquier barco de guerra de España se encuentra con una patera en una situación en donde la vida de los que están en ella está en peligro, su obligación de todo tipo, legal, moral… es rescatarlos. Y eso es lo que se haría”…
Pero el mayor problema, insisto, no es que desde posiciones retrógradas y fascistas se hagan declaraciones y se formulen propuestas tan horrendas como las mencionadas. Lo peor es esa «normalización» del discurso del odio y la «aceptación» por cada vez una mayor parte de la sociedad.Algo que no sólo acarrea problemas de convivencia, sino falta de respeto, carencia de valores, sentido común, y, lo que es peor, falta de sensibilidad. ¿En qué momento hemos acabado con la Humanidad?…
Ángel Rivero García