Epidemiólogos avisan: excluir a migrantes o negar el aborto es un peligro de salud pública

Epidemiólogos avisan: excluir a migrantes o negar el aborto es un peligro de salud pública

Imagen de archivo de voluntarios de ONG vestidos con batas blancas entregando botiquines en el Ministerio de Sanidad como símbolo de la urgencia de extender la atención sanitaria a todas las personas que viven en España. EFE/Emilio Naranjo

12 de Septiembre 2024/Agencias
Excluir a las personas migrantes, limitar los derechos reproductivos y prohibir el aborto o negar la ciencia constituyen un serio «peligro» para la salud pública, que aún mantiene el reto «perenne» de adoptar un enfoque inclusivo, justo, participativo y democrático para ser eficaz.

Así lo ha advertido Alfredo Morabia, profesor de Epidemiología en la City University of New York y Columbia University y editor jefe del «American Journal of Public Health» en la conferencia inaugural de la cita conjunta de la XLII Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y del XIX Congreso da Associaçao Portugesa de Epidemiología (APE).

El experto ha puesto como ejemplo el caso de la covid-19, en la que «los éxitos de la Epidemiología en caracterizar la enfermedad fueron muy grandes, y los de la salud pública en las campañas de vacunación también». «Ambos están basados en la ciencia, sin ella no lo hubiéramos podido hacer», ha asegurado.

Solo en los dos primeros años de pandemia, la vacunación previno en Estados Unidos 27 millones de infecciones, 1,6 millones de hospitalizaciones y 2,3 millones de muertes.

«Los que niegan la ciencia son un peligro para la salud pública y tenemos datos para demostrarlo», ha retado Morabia, que ha presentado el estudio de sobremortalidad en el país norteamericano entre 2020 y 2023.

Sus resultados demuestran un exceso mayor de mortalidad en los estados conservadores, algunos de los cuales «han negado la ciencia y han dicho cosas falsas sobre las vacunas. Eso, en cierta forma, es un crimen porque todas esas muertes fueron prevenibles».

Igualmente, «las ideologías que quieren excluir a sectores de la población suponen un riesgo para la salud pública», que para que sea eficaz, debe «incluir a todos, a republicanos, a inmigrantes sin documentación, a pobres, a todos».

«Deportar a millones de inmigrantes, como ha anunciado que va a hacer un candidato a la presidencia de Estados Unidos, tiene consecuencias terribles para la salud pública», ha garantizado el experto.

Como también las tiene la injusticia, de la que el racismo es una muestra, pero también el modelo patriarcal; controlar la vida reproductiva de las mujeres «es un peligro» en el momento en que empuja a decenas de miles de ellas a desplazarse por territorios para tratar de ejercer su derecho.

«Son los grandes desafíos perennes de la Epidemiología», ha apuntado Morabia, quien ha añadido un último, el de que esta disciplina promueva formas de salud pública democráticas que involucren a los ciudadanos para poder combatir otros de los grandes enemigos, los bulos y la desinformación.

A lo largo de estas tres próximas jornadas, los más de 800 expertos congregados en Cádiz analizarán estos y otros desafíos de la Epidemiología de hoy, desde el cambio climático a la salud mental, las enfermedades infecciosas, las transmisibles y no transmisibles, la salud pública de precisión o las desigualdades de género.

La covid-19 puso el foco en una disciplina en la que se ha «aprendido mucho y trabajado mucho también» pero, «por desgracia», las lecciones que dejó esa etapa no se están aplicando, ha censurado en declaraciones a los medios el presidente de la SEE, Óscar Zurriaga.

Ha lamentado que, cuatro años después del estallido de la covid-19, aún no se haya creado la Agencia Estatal de Salud Pública, que sigue inmersa en el trámite parlamentario, «donde no ha acabado de llegar a buen puerto en el fragor partidista» pese a que «debería sacarse de ahí porque es una institución absolutamente fundamental que llega con más de una década de retraso».

Los epidemiólogos siguen sin «tener trabajos dignos» ni estar «suficientemente pagados», pero «las urgencias epidemiológicas no avisan ni dicen ‘será el martes a las 10′», ha concluido.