Estudio dice que Pionyang ha ingresado ilegalmente 6.290 millones de dólares desde 2017
03 de Septiembre 2024/Agencias
Un estudio publicado este martes estima que Corea del Norte ingresó a través de actividades ilegales unos 6.290 millones de dólares desde 2017, cuando se aprobaron las últimas sanciones de Naciones Unidas contra el país asiático, y que solo el año pasado facturó 540 millones de dólares vendiendo armas a Rusia.
El estudio, realizado por el Instituto para la Estrategia de Seguridad Nacional (INSS por sus siglas en inglés), dependiente del Gobierno surcoreano, considera que la partida más grande en el periodo 2017-2023, unos 2.150 millones de dólares, corresponde al comercio de carbón.
La exportación de carbón le quedó terminantemente prohibida a Corea del Norte en función de la resolución 2.371, aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU en agosto de 2017 tras dos lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) Hwasong-14.
Otras dos resoluciones posteriores, que castigaron un ensayo nuclear y un lanzamiento adicional de ICBM, endurecerían los castigos aquel año.
La estimación del INSS calcula que en 2023 el contrabando de carbón, principalmente vendido a comerciantes chinos, le supuso a las arcas norcoreanas unos 550 millones de dólares, lo que implica casi tres veces más con respecto a los 190 millones de dólares que se cree que ingresó el año anterior en virtud de esta misma actividad.
Esta cifra refleja la progresiva relajación de fronteras a partir del verano pasado después de que el régimen cerrara el país a cal y canto tras el inicio de la pandemia a principios de 2020, aunque está aún por debajo de los 700 millones de dólares que se cree que ingresó en 2019, antes de la propagación de la covid-19.
A su vez, la venta de armas a Rusia supuso el segundo mayor monto de ingresos ilegales norcoreanos en 2023, alcanzando los 540 millones de dólares.
El INSS ha calculado esa cantidad basándose en datos de autoridades surcoreanas, estadounidenses o ucranianas.
Seúl considera probado que Pionyang ha transferido 13.000 contenedores a Moscú con artillería de 122 y 152 milímetros y misiles de corto alcance, cuyos restos han sido localizados sobre el terreno tras ser utilizados contra objetivos ucranianos.
Las remesas de dinero de los trabajadores que Pionyang envía principalmente a países como China o Rusia (aunque también a destinos como Catar, donde obreros norcoreanos participaron en la construcción de estadios para el Mundial de Fútbol de 2022) suponen la segunda mayor partida del periodo 2017-2023, unos 1.750 millones de dólares.
La tercera mayor fuente de ingresos en el mencionado periodo son las actividades ciberdelictivas, que habrían supuesto en total unos 1.350 millones de dólares, según el INSS.
En 2023 la investigación concluye que el régimen se embolsó unos 320 millones de dólares a través de actividades ligadas a sus unidades de piratas informáticos, una cifra destacable que aún así está por debajo de los 530 millones que se calcula que Pionyang ingresó por estos medios en 2022, su año récord en lo que respecta a delitos informáticos.
El total de ingresos obtenidos en 2023 a través de actividades que vulneran las sanciones fue de unos 1.670 millones de dólares, un 65,3 % más que en 2022 y casi el doble que en 2017, lo que hace prever que las ganancias ilegales del régimen irán en aumento, especialmente en un momento en que socios como Rusia o China han dejado de adherirse a las sanciones que aprobaron en su momento.
En marzo de este año Moscú hizo uso de su derecho de veto -Pekín se abstuvo- en el Consejo de Seguridad para no renovar el mandato del Panel de Expertos que supervisaba el cumplimiento de las sanciones de la ONU sobre Corea del Norte, argumentando que el panorama geopolítico en el que se aprobaron entonces los castigos ha cambiado.