Frenar a la extrema derecha, defender a Canarias
Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) concurrirá en las próximas elecciones europeas de junio en la coalición Sumar Canarias. Resulta una decisión continuista con lo que ya hicimos en los anteriores comicios, los de 2019, cuando formamos parte de Compromiso por Europa (CPE), en alianza con formaciones como Compromís y Chunta Aragonesista, que también forman parte de la coalición junto a otros partidos estatales -Movimiento Sumar, Izquierda Unida y Verdes Equo- o de carácter territorial, como Más Madrid, Catalunya en Comú o Iniciativa del Pueblo Andaluz.
Evidentemente, la actual propuesta tiene una conformación partidaria y territorial mucho más amplia que la que integramos hace cinco años. Lo que consideramos positivo en unos momentos en que las divisiones y rupturas están debilitando el espacio progresista. Eso sí, desde la convicción de que, lejos de un proceso uniformador y centralista, debe ser siempre una propuesta respetuosa con la realidad de un estado plurinacional con especificades en la distintas nacionalidades y regiones.
Lo hacemos desde el firme compromiso común con una Europa de los pueblos, social, verde y feminista. Que se enfrenta a los intentos de la ultraderecha de imponer su agenda de intolerancia, autoritarismo y negación de derechos a las personas y los pueblos, así como de imponer su negacionismo climático. Que promueve la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos y combate la violencia machista. Que rechaza los actuales discursos belicistas y apuesta de forma nítida por la paz, por la solidaridad y por la cooperación entre los pueblos.
Belicismo y ultraderecha
Las elecciones europeas de junio llegan en un contexto muy complejo y preocupante. Por los vientos de guerra («La amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente», afirma la ministra de Defensa, Margarita Robles), el creciente discurso belicista de dirigentes europeos -que sirve como justificación para el aumento del gasto en armamento que se viene produciendo en todo el mundo, cuando ya se están alcanzando cifras récords (2,2 billones de dólares en 2023)- o la incorporación a la OTAN de estados que mantenían un estado de relativa neutralidad, como Suecia.
Asimismo, nos preocupan las previsiones de una significativa ampliación del peso de la ultraderecha en el Parlamento que surgirá de las urnas dentro de un mes y la asunción de muchos de sus postulados por parte de la derecha tradicional, con consecuencias en las políticas de migración y asilo, pero también en las fiscales y de cohesión social, así como en las medioambientales. Además de que en el PP europeo numerosos dirigentes -entre ellos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen- se muestran dispuestos a alcanzar el máximo nivel de entendimiento con partidos como Vox o Hermanos de Italia.
La presentación a las elecciones europeas de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, admiradora confesa de Benito Mussolini, con el deseo expreso de que su formación, Hermanos de Italia, contribuya a un “cambio decisivo en las políticas europeas” mediante acuerdos con los conservadores, confirma la relevancia de estos comicios y la necesidad de frenar a las extremas derechas para evitar una involución de enormes consecuencias. Además, el reciente desfile fascista en Milán muestra la cada vez más activa presencia de los herederos de la barbarie que sufrió Europa en los años 30-40 del pasado siglo.
En el spot audiovisual de la Eurocámara para estos comicios de junio se destaca que la libertad y la democracia no siempre formaron parte de la realidad europea. “Nunca hay que dar por sentada la democracia. Siempre hay que apoyarla y protegerla”, asegura. Es preciso ese permanente compromiso con la libertad y los valores democráticos frente a cualquier tipo de tentación totalitaria.
¿Qué Unión Europea?
Junto a las reivindicaciones de Canarias, que desarrollamos en un programa específico en estas elecciones, nos preocupa el devenir de Europa. En el que es determinante la profundización de la democracia y el estado social frente a populismos neoliberales autoritarios, desreguladores, euroescépticos o abiertamente antieuropeos; y que, como estamos viendo en algunos estados donde gobiernan, restringen las libertades y derechos de las personas y son enemigos declarados de la lucha contra la Crisis Climática.
Por eso, defenderemos en el Parlamento Europeo avanzar hacia una Europa fuerte, cohesionada y en paz, comprometida con la igualdad y el bienestar de las personas. Con un proyecto común, que respete las identidades nacionales y culturales y el autogobierno de los pueblos que la conforman, en el caso de Canarias mediante el reconocimiento y las políticas específicas como Región Ultraperiférica (RUP) de la Unión Europea, como archipiélago atlántico que mantiene hechos diferenciales geográficos, culturales y económicos.
En ese sentido, planteamos que las nuevas reglas fiscales que están en proceso de aprobación por parte de las instituciones de la Unión Europea (Comisión, Consejo y Parlamento), reemplazando las anteriores reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) de 1997 y el posterior Pacto Fiscal de la Unión (vigente desde el año 2013), no deben reproducir el austericidio que se produjo tras la Gran Recesión del año 2008 y que tanto daño social provocó.
Transición climática, digital y energética
Sin duda, es necesario actualizar esas reglas para el saneamiento de las cuentas públicas de los estados de la UE, muchos de ellos con abultados importes de sus deudas públicas (por encima de 100% de su PIB) y con altos déficits, fruto de la exitosa política de expansión fiscal y monetaria que permitió hacer frente a la crisis de la Covid del año 2020, con la activación de la “cláusula de escape” que justamente excepcionaba de la aplicación de las reglas fiscales tradicionales.
Pero, en mi opinión, debe permitirse que el cumplimiento de los objetivos de déficit, de deuda y de la senda del gasto público conlleven ritmos asumibles por los estados más endeudados, que no provoque experiencias recesivas y que convivan con la necesidad de la financiación pública para acometer la transición climática, digital y energética de los próximos años.
Desde NC-bc, y nuestra participación en la coalición Sumar Canarias, nos comprometemos en una Europa volcada plenamente en las políticas de bienestar. Con una política migratoria y de asilo respetuosa con los derechos humanos. Con el apoyo a la creación del estado palestino y la defensa de la autodeterminación e independencia del pueblo del Sahara. Con el compromiso de avance y consolidación del Estado social y democrático. Promoviendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Además, desde Nueva Canarias-Bloque Canarista consideramos que hay que seguir defendiendo las especificidades de las Islas en el marco de la Unión Europea, como región ultraperiférica; y, modestamente, contribuir desde esta tierra, a través de la coalición Sumar Canarias, a incrementar los votos y los escaños progresistas frente a la marea de la extrema derecha que se proyecta en casi toda Europa. Al programa canario dedicaré un segundo artículo.
Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc)