Gratitud infinita a Pancho Guerra en el aniversario de su 115 cumpleaños
12 de Junio 2024
La Fundación Pancho Guerra, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, estudiantes del CEO Tunte y del CEIP Carlos Socas de Ingenio, miembros de la Fundación Ochosílabas y alumnos de los programas de la ULPGC rinden culto a la memoria del escritor de Tunte
La Fundación Canaria Pancho Guerra y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana conmemoraron este martes 11 de junio un nuevo aniversario del nacimiento del escritor tirajanero Francisco Guerra Navarro (Pancho Guerra) hace 115 años (1909)
En el homenaje celebrado en Tunte, precisamente en el Centro Cultural que lleva el nombre del autor, participaron 41 alumnos de sexto del CEIP Carlos Socas de Ingenio, 33 estudiantes de Primaria del CEO Tunte, una quincena de integrantes de la Escuela Verseadora Clotilde Cruz Peña de la Fundación Ochosílabas y un amplio grupo de alumnos de los programas formativos de la ULPGC.
El acto fue dirigido y coordinado por el verseador Yeray Rodríguez. “Seguimos celebrando el cumpleaños de Pancho Guerra porque los creadores y artistas no mueren nunca. Sus obras quedan como la mejor herencia y testimonio de que siguen con nosotros. A Pancho Guerra, a su imaginación y ocurrencia desbordante, le debemos gratitud infinita”, afirmó en la apertura.
En representación del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana intervino la segunda teniente de alcalde y concejala responsable del área municipal de Educación y Cultura, Elena Álamo Vega. Dio la bienvenida a los participantes y agradeció a la Fundación Pancho Guerra su labor constante en defensa de la figura y la obra del escritor tirajanero. “Hoy es un día de alegría y de festividad porque celebramos un cumpleaños que no puede pasar desapercibido en nuestro municipio en honor a nuestro Pancho Guerra. Agradecemos a la Fundación los lazos y vínculos con nuestro ayuntamiento, tirándonos constantemente para que no nos dejemos ir en la tarea y responsabilidad que tenemos todos de preservar nuestra cultura y nuestros autores”, afirmó.
El presidente de la Fundación Canaria Pancho Guerra, Miguel Guerra García de Celis también hizo hincapié en que “a los creadores que nos han aportado un legado cultural extraordinario no podemos dejar de recordarlos. Pancho Guerra aportó y legó a la cultura canaria novela, poesía, canciones, periodismo y algo fundamental como fue su trabajo para que no se perdiera el léxico y la forma de hablar de nuestra tierra,como modo de pensar, de sentir y de hacer, que está reconocida como una de las 9 variedades del español que se hablan en el mundo”. Asimismo agradeció a Yeray Rodríguez que hace tres años tuviera la idea de institucionalizar la celebración de este aniversario.
El acto conmemorativo consistió en distintas intervenciones dedicadas a la creatividad artístico-literaria del escritor, que fueron musicadas de fondo por la chelista Thania Cantallops, la flautista Adriana Medina, la cantante Thania Gil y el propio Yeray Rodríguez en las cuerdas. Fueron ellos quienes abrieron el evento dedicando a la memoria de Pancho Guerra un ‘Aires de Lima’ “muy especial” (Pancho que suerte gigante/poder leerte/ para encontrarnos contigo/y con nosotros también).
Los estudiantes del CEO Tunte leyeron uno de los cuentos de Pepe Monagas y cantaron dos décimas dedicadas al escritor, una de ellas impresa en las paredes del patio del centro educativo. Los alumnos del CEIP Carlos Socas ofrecieron un guiño al léxico canario que el escritor protegió en sus obras, como bienmesabe, prevenciones, enyesque, aguachirre, correillo o baifo, que “es el hijo de la cabra hasta que deja de mamar”, y cantaron también unas décimas extraídas de la obra de Pancho Guerra. La narradora Elisenda Romano leyó dos fragmentos poéticos representativos de las novelas Memorias de Pepe Monagas y Tres Lunas Rojas, y uno de sus famosos cuentos versionados en décimas por varios autores canarios, concretamente ‘De cuando Pepe Monagas asistió a la lectura de un drama de Esteban Pachecho’. Por su parte, los miembros de la Escuela Verseadora de Ochosílabas ofrecieron una racimo de composiciones propias dedicadas a la memoria y la obra del escritor.