Guerras y tensiones regionales impulsan ventas de las principales firmas armamentísticas
02 de diciembre 2024/Agencias
La ventas de las cien mayores empresas armamentísticas mundiales subieron un 4,2 % interanual en 2023 debido a la demanda provocada por los conflictos bélicos en Ucrania y en Gaza, las tensiones en el este de Asia y la proliferación de programas de rearme, señaló este lunes en un informe el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
Las ventas de armas y servicios militares de esas compañías ascendieron a 632.000 millones de dólares (unos 559.000 millones de euros), con aumentos en todas las regiones, en especial en Rusia y en Oriente Medio y con los fabricantes a menor escala como los más beneficiados.
«Hubo una subida acentuada en los ingresos por armas en 2023 y es probable que continúe en 2024. Las ventas de armas de los cien principales fabricantes todavía no reflejaron del todo la escala de la demanda, y muchas compañías han lanzado campañas de contratación de personal, lo que sugiere que son optimistas sobre sus ventas futuras», señaló el SIPRI en un comunicado.
Las 41 compañías estadounidenses en el «top 100» registraron unos ingresos de 317.000 millones de dólares (unos 300.000 millones de euros), un 2,5 % más que el año anterior y la mitad del total mundial.
Al igual que ha ocurrido desde 2018, las cinco principales empresas son estadounidenses -Lockheed Martin, RTX, Northrop Grumman, Boeing y General Dynamics, por ese orden-, aunque las dos primeras registraron una caída en los ingresos, lo que el informe explica por el hecho de que dependen de cadenas de suministro a múltiple escala, lo que las hace vulnerables a situaciones como la vivida el año pasado en el abastecimiento mundial.
Las 27 compañías europeas incluidas en el «top 100» (sin contar a Rusia) totalizaron ventas por 133.000 millones de dólares (unos 126.000 millones de euros), un 0,2 % más y la subida más baja de todas las regiones, debido a que los fabricantes de complejos sistemas de armas trabajaron principalmente con contratos antiguos en 2023 y sus ingresos no reflejan el flujo de encargos recibidos.
«Los sistemas de armas complejos tienen plazos más largos. Las firmas que los producen son por lo tanto más lentas en reaccionar a los cambios en la demanda», destaca el SIPRI.
La demanda procedente de Ucrania -en especial de munición, artillería, defensa aérea y sistemas terrestres- favoreció sin embargo que otros fabricantes europeos experimentasen subidas sustanciales en sus ingresos, en especial compañías de Alemania, Suecia, Ucrania, Polonia, Noruega y República Checa.
Navantia, la única empresa española en la lista, subió del puesto 94 al 88, con unos ingresos por venta de armas de 1.190 millones de dólares (unos 1.128 millones de euros), un 13 % más interanual.
En el caso de Rusia, las dos empresas que figuran en la clasificación aumentaron sus ventas combinadas en un 40 % hasta 25.500 millones (unos 24.168 millones de euros), debido casi exclusivamente a Rostec, la compañía estatal que controla a su vez a muchos fabricantes de armas.
«Los datos oficiales de la producción de armas rusa son escasos y cuestionables, pero la mayoría de los analistas creen que la producción de nuevo equipamiento militar creció de forma substancial en 2023, mientras el arsenal existente experimentó una renovación y modernización extensas», destaca el SIPRI.
Las 23 empresas armamentísticas de Asia y Oceanía presentes en la lista aumentaron sus ventas un 5,7 % hasta 136.000 millones de dólares (unos 129.000 millones de euros), respondiendo al rearme que está ocurriendo en la región.
Los ingresos conjuntos de las seis firmas de Oriente Medio alcanzaron los 19.600 millones (unos 18.526 millones de euros), un 18 % más, debido sobre todo al conflicto bélico en Gaza.
Más de dos tercios del total de esas ventas corresponden a tres compañías israelíes, que alcanzaron una cifra récord.