Historia de la música. Elvis Presley el glorioso rey del rock and roll
Del libro Historia de la música de Juan Pedro Calvo
17 de marzo / El Diario de Canarias
Habían nacido los chicos “rebeldes sin causa”, como los definiera la película que nos mostraba a un James Dean de las mismas características inconformistas de ELvis.
Cuando Elvis comenzó a cantar Fats Domino estaba en pleno apogeo, siendo el “tuerto” en el país de los ciegos, vendiéndose sus discos por miles, sin nadie que le hiciera sombra. Su sentido del ritmo y del swing y su agresividad marcaron la pauta de muchos futuros cantantes, entre ellos del joven Elvis.
Elvis debe ser considerado como el progenitor de la música actual y el impulsor definitivo de los sonidos del siglo XX y aún del siglo XXI y que grupos como Los Beatles y Rolling Stones se encargarían de recrearlo como fuente de inspiración, elevándolo a cotas de difícil superación.
La aparición de Elvis causó una gran conmoción mundial, nacían los tiempos del tupé, de las cazadoras de cuero negras, los blue jeans ajustados, la guitarra congada al cuello de manera indolente, con una personalidad y movimientos agresivos y felinos, llenos de sexualidad, provocando el escándalo entre los mayores, y la adoración y el deseo entre los jóvenes.
Elvis Aaron Presley, nació en Tupelo, Mississippi, el 8 d enero de 1935, hijo de Glays y Vernon Presley, uno de los dos gemelos de la familia, muriendo su hermano al nacer, como si el destino no permitiera que hubiera un duplicado del rostro, la voz y las formas del que después sería “El rey” del mundo. A su hermano desaparecido le pusieron el nombre de Jesse Aaron Presley.
De padres necesitados Elvis tuvo una infancia con dificultades, pero como hijo único con todo lo que sus padres podían proporcionarle, siendo un hijo querido y protegido a pesar de las circunstancias. Su infancia fue muy normal, estudiando con muy mal aprovechamiento, mostrando más interés por el béisbol y la música que por los libros. Cuando por fin terminó sus estudios se puso a trabajar en una empresa de electricidad.
Para entonces Elvis asistía a la iglesia los domingos con su familia donde cantaba los habituales salmos eclesiásticos. Era su punto de contacto con la música.
Pero la primera relación real con la música la tuvo Elvis cuando su profesor de quinto grado, que sabía de sus buenas dotes, convence a su padre para actuar un concurso musical en la ciudad de Tristate, cantando Elvis sin acompañamiento, tan solo con su voz, ganando el primer premio. Al día siguiente, sin mas, Vernon Presley (padre), aparece en casa con una guitarra para su hijo que le había costado doce dólares, instrumento que se vuelve inseparable para Elvis.
La pobreza se adueña de la familia Presley y tienen que trasladarse en busca de mejor fortuna a Memphis, allí el joven Presley ejerció todo tipo de trabajos, de tramoyista en un teatro, conductor de furgonetas y aprendiz en una fábrica de herramientas.
El día que Elvis reuniendo todos sus ahorros, entró en aquel estudio de grabación para grabar y regalar a su madre un disco con dos canciones cantadas por él, cambio el rumbo de su vida. Allí se encontraba un productor de una compañía fonográfica que se quedó “boquiabierto” y entusiasmado con el aquel frenético muchacho. Su desparpajo, su forma fresca y nueva de cantar, su especial tonalidad y su encanto proporcionaban a la figura de Elvis algo nuevo y distinto. La visión de aquel productor había sido acertada.
Aquel entusiasmo momentáneo se convirtió conforme pasaban los días en silencio, desalentando de esta manera al joven Elvis.
Eran tiempos muy difíciles para el mundo del disco, nada interesaba a la industria fonográfica que la sacara del ostracismo en la que estaba inmersa. La falta de novedades y e cantantes y autores que aportaran algo nuevo era cada vez mas preocupante. La música necesitaba un revulsivo. La orden de las compañía era terminante “había que buscar nuevos talentos”. Aquello tenía que cambiar o todos se iban al “garete”
Fue entonces cuando aquel productor importante se acordó de aquella voz que tanto le había impresionado. El joven Elvis Presley fue llamado a los estudios de grabación de nuevo, pero esta vez sin su aportación económica personal. El contrato no hizo esperar, fluyendo todo con una rapidez inusitada y apareciendo en el mercado con su primer single (sencillo), “That’s all right”, causando una verdadera expectación en el mercado del disco.
Su presentación fue apoteósica, aquel chico de gran tupé, cazadora d cuero y pantalones ajustados, no se parecía a nada de lo que había en un mercado demasiado formalista. Todo aquello carecía de cierta lógica, Elvis era algo nuevo y diferente que despertaba la admiración de todos los jóvenes. El éxito era ya imparable.
En muy pocos meses la bola nieve fue creciendo imparablemente, la radio, la televisión, la prensa especializada no dejaba de hablar y programar como figura indiscutible a Elvis Presley. La industria había encontrado a su “gallina de los huevos de oro”, a su “alma”, a su “Rey”. Fue pasando en breve tiempo de ídolo loca, a regional, estatal, nacional y definitivamente mundial. Ya nadie podía rendirse a los encantos de aquel desarraigado muchacho, rebelde, de modales rebeldes, de figura angulosa y flexible, con un imprevisible swing y una extraña mezcla que hizo estallar la entrañas de la música.
Con Elvis adquiere una popularidad insospechada su nuevo productor, su inseparable Coronel Tom Parker, que se convierte además en su manager y administrador, y por supuesto en su mejor y mas entrañable amigo.
Con la llegada de Alan Parker, comienza de verdad, todo el entramado de la mas vasta organización jamás conocida “The Presley Organizatión”. Inmediatamente después la RCA le ofrece su primer contrato millonario.
Aparece su segundo disco que arrasa en todo mundo, rompiendo con todo lo imaginable y convirtiendo a la industria fonográfica en algo inusualmente diferente. Aquella canción de impecable producción, con todos los medios inimaginables a su alcance, que sonaba a algo divino y trascendental fue “Heartbreak Hotel”, número uno indiscutible de todas las listas y el tema que abre el camino al enloquecimiento de sus seguidores.
El sonido creado por Elvis justo antes de irrumpir en el mundo musical a gran escala, fue realmente revolucionario. En sus primeras presentaciones, Elvis agregó elementos de rhythm and blues a la música country y viceversa, combinando así géneros musicales que hasta entonces habían permanecido separados. Aunque fue criticado por esto, con esa experimentación abrió el camino para la llegada del rock & roll.
El ídolo estaba hecho y la devoción, el sueño, la idolatría, el amor y el deseo estaba en marcha.
Rápidamente y sin apenas tiempo para poder descansar el cine llama a su puerta y graba el delicioso “Love me tender”, hoy todavía uno de los temas mas populares de la música y versionado mil veces por cientos de cantantes, pero evidentemente ninguno llegará a la tesitura, el encanto y la sensualidad del gran Elvis.
A “Love me tender” le seguiría “Loving you”, y mas tarde en plena efervescencia y locura “presliniana”, llegaría su éxito definitivo, el no va mas, la exuberancia y el clamor de lo mas grande la música de aquellos años, el tema y la película que lo coronara definitivamente como “EL REY”. Se proyectaba en las pantallas de todo el mundo la magnífica “King Creole” en la que cantaba el sensacional “Jailhouse rock” (El rock de la cárcel). Además del Rey había nacido el mito.
Los meses siguientes fueron de una frenética lucha contra el tiempo, sin darle tregua ni respiro a las listas americanas que una y otra vez veían con satisfacción como se llenaban de títulos del gran Elvis. Aquellos eran los tiempos de los gloriosos “Blue sude shoes”, “Hound dog”, el sensacional “Don’t be cruel”, “I want you, I need you”, “Let me be your teddy bear”, el amoroso “Are you lonesome tonight”.
Elvis en un intento de devolver a los espirituales algunas de las lecciones aprendidas grabó dos discos de larga duración con los temas “His and in mine” y “How great thou art”, fue su homenaje a la música de color y su contribución como agradecimiento a todo lo que le había enseñado. Fue su única incursión y como todo lo que tocaba lo convirtió en éxito
En 1957, las giras que realiza por todo el país acrecientan su fama y su poder de seducción entre el público femenino aumenta sin cesar. Millones de jovencitas americanas están enamoradas de ese cantante capaz de cantar baladas y bailar salvajemente.
La meteórita carrera musical de Elvis se interrumpía dramáticamente para su compañía y fans cuando tuvo que incorporarse al servicio militar, recalando en la vieja Europa, en Alemania. La juventud americana lloró amargamente la partida de su mito, asegurando incluso la prensa que aquello acabaría con las energías, pureza y vitalidad del joven Elvis.
El servicio militar se lo tomó muy en serio convirtiéndose en u n soldado modélico, negándose a cantar ante las tropas americanas para evitar que confundieran su servicio a su país con el espectáculo.
Llegó el momento del regreso y sus fans seguían esperándole con resignación, convirtiendo aquel momento en un apoteósico recibimiento. “Stuck on you” apareció de inmediato casi sin tiempo para depurar su grabación, había de ofrece algo nuevo a aquellos millones y millones de fans desesperados. Su aparición de nuevo en el cine le devuelve a los éxitos del pasado inmediato, dando la sensación de que nunca se había marchado, la película “G.I. blues” enloquece de nuevo a sus seguidores, sigue siendo el mismo, nada había cambiado..
En los sesenta Elvis conoce a Priscilla Beaulie con quien se casa y nace su primera hija Lisa Marie, construyéndose una enorme mansión “Graceland”, retirándose en 1962 de la vida pública y social y manteniendo durante algún tiempo un largo silencio. Eran los tiempos del nacimiento de la Beatlemania. Las listas hasta entonces saturadas con las canciones de Elvis se veían asaltadas por las canciones de los cuatro melenudos de Liverpool.
Fueron siete largos años de meditación y maduración de cómo iba a continuar su carrera, engordaba progresivamente y esto le preocupaba, pero Elvis vuelve y lo hace a lo grande, con lo que muchos piensan que es su mejor canción, al margen de movimientos socieológicos, de posturas rítmicas, de encantos personales y de posturas generacionales. Elvis lanzaba el mercado su obra clave “In the getto”, a la que seguirían muchas mas, demostrando al mundo que a pesar del tiempo transcurrido nadie le había olvidado y el seguía siendo “El Rey”.
Este es el momento de sus espléndidos shows televisivos, el momento cumbre del gran ídolo, del “dios” del rock and roll, el cantante que tenía treinta películas millonarias y mas de 24 discos de oro, además de unos cuantos de platino.
Elvis es el mas grande de los intérpretes que la música tuvo, no es comparable a nadie ni a nada, tan solo puntos de contacto con el éxito, la popularidad y el significado de The Beatles.
Sus últimos años fueron un tanto grises. Su salud se deteriora progresivamente y el abuso de las drogas, alcohol y las pastillas hacen mella en él. Su obesidad es más que manifiesta llegando a extremos patéticos, Elvis alarga cada vez mas sus apariciones públicas refugiándose en su casa y su imagen resulta lamentable para sus fans.
El 16 de agosto de 1977, el mundo se convulsiona, había llegado el momento del mas espantoso grito de desesperación, Elvis fallecía en Graceland, siendo enterrado en el jardín de la casa. Había llegado el día mas triste de la historia de la música, ya nada sería igual, ni siquiera el eterno peregrinas de sus millones de seguidores que todos los años fervorosamente y siendo files a sus recuerdo lloran ante su tumba, su eterna y dolorosa desaparición.
Cada año que pasa la figura de Elvis se agranda y se pierde a la vez, en cientos de canciones maravillosas que el tiempo no ha logrado destruir, Cualquiera de sus múltiples grabaciones suenan hoy en cualquier emisora de radio como si estuviera vivo y vigente, reeditándose año tras año nuevas colecciones de éxitos de Elvis, como si de ayer se tratara cuando “El Rey” grabó su última canción.
“El Rey ha muerto, viva el eterno y glorioso Rey”…… viva el”Rock and roll”.
Fin del capítulo