La AIE avisa que el cierre de las nucleares puede elevar la dependencia del gas en España
14 de febrero 2025/Agencias
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de que el cierre programado de las centrales nucleares en España supondrá un aumento de la dependencia de las centrales de gas para generar electricidad a menos que haya un incremento de almacenamiento que permita dar flexibilidad a las renovables.
En su informe anual sobre el mercado global de la electricidad publicado este viernes, la AIE analiza la actualización que se hizo en 2024 del plan nacional para la energía y el clima, que contempla un incremento del 35 % de la demanda de electricidad para 2030 respecto a 2019, que estaría cubierta en un 81 % por renovables.
Tras recordar que el programa de cierre de las nucleares todavía en servicio prevé el final de la actividad de Almaraz I en 2027, Almaraz II en 2028, Ascó I y Cofrentes en 2030, señala que «a menos que haya un incremento en el almacenamiento, se incrementará la dependencia del sistema eléctrico de los ciclos combinados» alimentados por gas.
Una cuestión que -constatan los autores del estudio- ha reavivado la controversia sobre los mecanismos de capacidad.
A ese respecto, recuerdan que el pasado año por primera vez se registraron precios negativos en España por la aplicación de las normas actualizadas en 2023 sobre el funcionamiento del mercado eléctrico.
Eso ocurrió en menos del 3 % de las horas, esencialmente porque la elevada capacidad de generación de las instalaciones solares fotovoltaicas se añadió en ciertos momentos a la fuerte producción hidroeléctrica, que en abril fue un 33 % superior a la del mismo mes de 2023, gracias a las lluvias generosas de finales del invierno y comienzos de la primavera.
Aunque esos precios negativos condujeron a la desconexión de instalaciones de renovables, la AIE puntualiza que eso ocurrió a niveles limitados, por debajo del 5 % incluso en marzo y abril, cuando se produjo la convergencia de una fuerte generación hidroeléctrica y solar fotovoltaica.
Las centrales nucleares aportan una electricidad de base estable, ya que no presentan los altibajos de las renovables, que necesitan un pilotaje más delicado para poder responder a la demanda.
Las centrales de gas, que se pueden encender y apagar rápidamente en función de la demanda, son las que permiten adaptarse rápidamente cuando las capacidades de almacenamiento o las interconexiones son insuficientes para responder con un sistema eléctrico en el que cada vez tienen más peso las renovables.
En su informe, la agencia estima que después de que la demanda eléctrica en España creció al 2 % en 2024 tras dos años de caídas va a seguir ascendiendo a un ritmo casi equivalente del 1,9 % entre 2025 y 2027.
Será la cadencia de progresión más importante entre los grandes países europeos.
Para la Unión Europea, los autores del informe estiman que la demanda progresará a un ritmo medio del 1,7 % entre 2025 y 2027 (fue del 1,4 % en 2024), con lo que no se alcanzará al menos hasta 2027 el nivel al que se había llegado en 2021.
En la UE las renovables, que dieron un tirón del 8,4 % el pasado año, van a seguir progresando rápidamente (al 7,2 % de media entre 2025 y 2027), lo que permitirá no sólo compensar el cierre de centrales de combustibles fósiles (de carbón, pero también de gas) sino responder al ligero repunte de la demanda.