La dana deja al menos 64 víctimas mortales, varios desaparecidos y cuantiosos daños
30 de Octubre 2024/Agencias
Al menos 64 personas han muerto, varias se encuentran desaparecidas y hay daños incalculables por las inundaciones torrenciales que la dana ha dejado a su paso por la Comunidad valenciana y Castilla-La Mancha, un temporal que ahora podría descargar de manera violenta en la provincia de Barcelona.
El número de fallecimientos es aún provisional. No obstante, en la Comunidad Valenciana, la más afectada por la dana, las autoridades han confirmado 62 víctimas en varias localidades y una hay una cifra no precisada de desaparecidos, mientras que en Castilla-La Mancha se han encontrado dos cadáveres y hay al menos cinco personas sin localizar.
Además, las inundaciones mantienen a decenas de personas atrapadas por el agua en distintas localidades de la provincia de Valencia, y hay cortes del servicio de energía eléctrica.
Ante la situación de desastre, con varias infraestructuras afectadas por la fuerza del agua, varias localidades de la capital valenciana y otros municipios han suspendido las clases este miércoles.
Se han suspendido los servicios de transporte por carretera al estar cortadas varias vías, de tren y varios vuelos de avión han sido desviados y otros cancelados por la inundación del aeropuerto de Valencia.
En su cuenta X, el ministerio de Transportes informó la pasada madrugada la suspensión este miércoles del servicio de Cercanías en Valencia hasta que las condiciones meteorológicas lo permitan, así como la línea Madrid-Valencia, al igual que el Corredor Mediterráneo.
En la peor gota fría del siglo, según el primer balance realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la crecida de los ríos y las inundaciones están dejando imágenes de desastre total en muchas localidades sobre todo de la Comunidad Valenciana, la más afectada, pero también en Castilla-La Mancha y Andalucía.
Este martes cayeron 445,4 litros por metro cuadrado, según los registros de la estación de Valencia, la mayor registrada en 24 horas en esta región desde el 11 de septiembre de 1966, cuando se acumularon 520 lm/2 en Tavernes de la Val.
El rey Felipe ha pedido prudencia ante las consecuencias de las inundaciones y ha enviado un mensaje de pésame y tristeza por la pérdida de vidas humanas y ha expresado su solidaridad con los damnificados y por los destrozos causados.
En una declaración institucional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lamentado la pérdida de vidas humanas que ha dejado la dana y ha pedido «prudencia» ante el impacto de las inundaciones y riadas en las zonas inundadas.
Mientras, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha suspendido sus actividades en Madrid, y el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha pedido por su parte a todos los gobiernos la activación de «todos los protocoles para que no quede ni un solo efectivo de ayuda sin responder».
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha afirmado que hay «una responsabilidad política» en la gestión y respuesta que se ha hecho ante el temporal.
Desde la UE se han producido varios mensajes de solidaridad con España y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha manifestado que «Europa está lista para ayudar».
A esos mensajes se han unido la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Los Verdes han pedido un debate en el Parlamento Europeo un debate sobre las consecuencias de estos fenómenos.
La Aemet ha alertado para este miércoles que se registrarán chubascos muy fuertes y tormentas en la mitad norte, que remitirán de sur a norte durante la tarde.
La agencia no descartó que alcancen intensidad torrencial, acompañado de granizo y fuerte viento, aunque sin alcanzar la intensificación registrada en Valencia.
De hecho, la Generalitat catalana ha lanzado un aviso de tiempo violento en la corona de Barcelona, en concreto en las comarcas del Baix Llobregat, el Garraf, el Barcelonès, el Vallès Occidental y el Alt Penedès, ante la previsión de rachas de viento de más de 90 kilómetros por hora y granizo de más de dos centímetros de diámetro.