LA ULL APRUEBA SU PLAN DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL PARA LOS PRÓXIMOS DOS AÑOS
La Universidad de La Laguna pondrá en marcha su Plan de Sostenibilidad Ambiental, el documento que regirá las políticas en esta materia para el bienio 2025/27, y que ha sido recientemente aprobado por el Consejo de Gobierno de la institución académica.
Este documento contiene en primer lugar un análisis DAFO sobre fortalezas y debilidades, define el marco estratégico y las líneas de acción para integrar la sostenibilidad en todas las áreas de la institución. El plan, siguiendo las indicaciones de la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas, está basado en cuatro ejes estratégicos: organización (gobernanza sostenible, comunicación y participación), docencia, investigación (transferencia de conocimiento de sostenibilidad ambiental) y gestión ambiental (urbanismo y biodiversidad, energía, agua, movilidad, residuos, compra verde y evaluación del impacto ambiental).
Dentro del primer eje, la Universidad de La Laguna aprobó en 2020 la Declaración del Estado de Emergencia Climática, en la que reconoció la urgencia de actuar para mitigar el cambio climático. Resulta clave, señala el texto, fomentar la participación activa de toda la comunidad universitaria en la toma de decisiones y ejecución de medidas, teniendo en cuenta además la Guía de Buenas Prácticas-Agenda 2030 impulsada por la propia universidad.
Con todo, el propio documento reconoce que hay que seguir impulsando acciones, dado que solo un tercio de la comunidad reconoce haber participado alguna vez en alguna actividad de sensibilidad ambiental organizada por la universidad.
En cuanto a la docencia, el propósito es fomentar la incorporación de conceptos de responsabilidad social y desarrollo sostenible en las competencias transversales de las titulaciones oficiales. En este ámbito se están promoviendo cursos para que el profesorado realice este proceso de integración curricular sostenible, enmarcados en el Plan de Formación del Personal Docente e Investigador, dado que en la encuesta realizada se ha detectado que sólo el 30% del profesorado considera que en su currículo incorpora suficientes contenidos en esta materia. Así, los docentes han mostrado interés en recibir formación acerca de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030, aprendizaje-servicio en materia de sostenibilidad, Agenda 2030 y ODS, gestión de residuos, cambio climático, energía, economía verde y empleo sostenible, derechos humanos, recursos naturales y biodiversidad, y principios y valores democráticos.
Con respecto a las actuaciones dirigidas al alumnado, la ULL promueve una serie de premios anuales para promocionar el desarrollo sostenible, con la convocatoria de diversas cátedras universitarias a los mejores Trabajo Fin de Grado y Trabajos Fin de Máster.
En el eje estratégico de investigación, la universidad cuenta con grupos de investigación en sostenibilidad agroforestal, economía circular, la transición energética y sostenibilidad o la microbiología aplicada a la industria y medio ambiente, entre otros. En este apartado se plantea necesario avanzar en la implantación y certificación de sistemas de gestión ambiental, el uso de los campus para realizar investigaciones sobre medio ambiente y desarrollo sostenible, así como la promoción de la creación de empresas del tipo incubadoras o spin-off.
En el ámbito de la gestión ambiental, el centro académico ha implementado diversas medidas en sus campus. En lo concerniente a urbanismo y biodiversidad, se lleva a cabo un seguimiento del impacto y los residuos generados por los proyectos de urbanización-edificación, como las premisas de salubridad, eficiencia energética y en el confort térmico-acústico. Desde el año 2014, se comenzó a restaurar algunos jardines universitarios siguiendo pautas de sostenibilidad y reintroduciendo especies nativas, adaptadas a las necesidades hídricas de cada piso bioclimático. En este contexto se ha creado el Jardín Canario. Priorizar la plantación de vegetación endémica o de aquellas que necesiten menos consumo de agua, así como una mayor difusión y sensibilización sobre las zonas verdes de la universidad, fueron otros elementos detectados en el proceso de encuestación previa a este documento.
La ULL dispone de un plan de ahorro energético para reformar el sistema de generación y consumo de energía en la universidad. La instalación de placas solares en seis edificios universitarios o instalaciones fotovoltaicas para la recarga de vehículos eléctricos, la sustitución de luminarias y la dotación de tomas de corriente o la mejora de las calderas, entre otras, son algunas de las medidas contempladas. Como reto figura obtener certificaciones energéticas de los nuevos edificios, a la par de una mayor puesta en valor del aprovechamiento de luz natural.
Esta universidad ha implementado medidas para el ahorro de agua en los lavabos y cisternas de los aseos, aunque se detecta margen de mejora para la aplicación de estas medidas en todos los campus. En lo referente al agua de riego de jardines, resulta necesario continuar avanzando en esta materia para la recogida y reutilización de aguas pluviales.
Por su parte, la gestión de residuos peligrosos cuenta con gestores autorizados externos que se hacen cargo de éstos. Asimismo, ha elaborado documentos clave como una Instrucción sobre el transporte de mercancías peligrosas y una normativa de gestión de residuos tóxicos peligrosos. Igualmente se están introduciendo criterios de sostenibilidad en los sistemas de contratación de suministros, así como en la propia compra de vehículos para el parte móvil de loa institución académica.
Acciones
El plan pasa a la acción con la propuesta de creación de comisiones de sostenibilidad ambiental por centros, algunas de las cuales ya vienen funcionando desde hace tiempo, y otra de carácter general de seguimiento del plan. La implantación de un sistema de gestión ambiental que sistematice las políticas de la universidad en esta materia es otra de las propuestas.
También se propone la creación de una Oficinan de Sostenibilidad, dar un mayor impulso a las acciones de voluntariado ambiental y trabajar con el estudiantado para reforzar esta propuesta en las asociaciones de alumnado. La integración de la sostenibilidad en los planes de estudio de las titulaciones y la promoción de proyectos de innovación educativa relacionados con esta temática, así como la mayor formación del profesorado en este campo, son también otras consignas del plan, que también señala que esta materia forme parte de la evaluación docente.
El fomento de líneas de investigación en materia de sostenibilidad ambiental a partir de los retos identificados en la Agenda Canaria, la promoción de planes de gestión ambiental por centros de investigación y de proyectos colaborativos con otras instituciones sobre esta disciplina figuran también en el documento. La difusión de los resultados de las investigaciones en sostenibilidad y la creación de una red de profesionales expertos en sostenibilidad ambiental son también algunas de las proposiciones, así como medidas concretas para ampliar el ahorro en agua y energía y optimizar, entre otras, la recogida selectiva de residuos.