Las compañías aéreas, ante un invierno récord: 137 millones de asientos programados, un 11,6% más que los operados en 2023

Las demoras por las ineficiencias en la gestión del tráfico aéreo en Europa aumentan este verano un 55% frente a los niveles pre-pandemia, a pesar de que los vuelos todavía están un 2,6% por debajo

Madrid, 23 de octubre de 2024. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), organización líder del sector en España con el 85% del tráfico aéreo, pronostica un invierno de récord, con una oferta de asientos prevista desde octubre de este año hasta marzo de 2025 de 137 millones, un 11,6% por encima de lo operado en la temporada de invierno de 2023. Destacan algunas regiones, como Canarias y Andalucía, con incrementos del 13% y el 14%, respectivamente, superiores a la media, aunque prácticamente todas las regiones muestran unas perspectivas positivas.

Estas buenas previsiones y la evolución positiva del tráfico aéreo que se ha venido registrando en este verano, alcanzando los 177 millones de pasajeros transportados, un 8,6% más que en el mismo período de 2023, anticipan un probable año récord, después de que en 2023 se batiesen los registros de tráfico con 283 millones de pasajeros.

Aunque el horizonte se vislumbra con optimismo, el presidente de ALA, Javier Gándara, ha mostrado cautela por los factores externos que podrían condicionar la buena marcha del tráfico aéreo, como la situación geopolítica inestable actual por la escalada bélica en Ucrania y, especialmente, en Oriente Próximo, dada su afectación en el precio del combustible, la evolución de la inflación o, en su caso, un deterioro de la situación económica.

“El contexto geopolítico inestable en el que nos encontramos puede condicionar el buen comportamiento del tráfico aéreo y las previsiones de cara al invierno, además de los flujos de tráfico”, ha incidido el máximo responsable de la Asociación.

Ineficiencias en la gestión del tráfico aéreo en Europa

Otro de los riesgos apuntados por Gándara son las ineficiencias en la gestión del tráfico aéreo en Europa y, más concretamente, la falta de capacidad aérea en la red europea, que está provocando un preocupante aumento de los retrasos. Entre junio y agosto de este año, aunque el tráfico aéreo en Europa todavía estaba un 2,6% por debajo del nivel pre-pandemia, los retrasos en ruta por congestión aérea han sido un 55% mayores que los de 2019, siendo una de las principales causas de estos retrasos la falta de capacidad del control aéreo europeo para dar respuesta a las necesidades de demanda.

“Se debe superar estas ineficiencias del espacio aéreo para atender las necesidades de demanda y dar solución a estas crecientes demoras. Es necesario que se garantice cuanto antes la capacidad suficiente y una eficiente gestión, de esta manera se dará un mejor servicio a las aerolíneas y también a los ciudadanos”, ha afirmado Gándara.

Además, debe tenerse en cuenta otros factores que podrían comprometer la viabilidad del sector aéreo más en el medio y largo plazo, y con ello, la conectividad, como es la elevación de costes de las compañías aéreas por la descarbonización. En este sentido, Gándara ha puntualizado que la transición ecológica de la aviación debe hacerse desde una perspectiva medioambiental, pero también social y económica, preservando la democratización lograda de la aviación. “Estamos comprometidos con la descarbonización de la aviación, pero debe hacerse manteniendo su democratización, que siga siendo accesible y asequible para todos”, ha recalcado.

El presidente de ALA ha puntualizado que ello se logrará apostando por aquellas soluciones que sí descarbonizan, como el combustible sostenible de aviación (SAF), frente a medidas fiscales que elevan costes y no descarbonizan. En este sentido, ha pedido incentivos a la producción de SAF para garantizar el suministro en España de acuerdo a los objetivos establecidos: el uso del 2% de SAF en 2025 y su escalada progresiva hasta un 70% en 2050.