Las familias reivindican su papel en la acogida de 50.000 niños que crecen sin sus padres
15 de Mayo 2024/Agencias
Más de 50.000 niños y adolescentes crecen en España sin el cuidado de sus padres, casi 17.000 viven en centros de acogimiento residencial. En el Día Internacional de las Familias, los hogares de acogida reivindican su papel en esa labor de cuidado: «Todos los niños necesitan una casa con familia».
«Acoger es una oportunidad de vida», «Es ser capaz de dar todo lo que tienes» o «La familia es curativa y sanadora», son algunos de los testimonios de familias acogedoras recogidas por Aldeas Infantiles SOS por esta conmemoración.
La entidad, que desarrolla distintos programas de acogimiento, reivindica la importancia de impulsar el acogimiento familiar especializado con dedicación exclusiva, dirigido a familias capacitadas para proporcionar un cuidado específico a menores con necesidades especiales, grupos de hermanos o a otros niños con dificultades para acceder a una familia de acogida convencional.
«Este tipo de acogimiento especializado con dedicación exclusiva no es solo una medida de protección; es la esperanza de un hogar, una familia, un futuro mejor para miles de niños y niñas en situación de vulnerabilidad», explican desde Aldeas Infantiles, que desarrolla el proyecto ‘AcogES+’ en colaboración con las comunidades de Castilla-La Mancha, Cantabria, Galicia y Madrid.
Incluye una vinculación contractual y compensación económica para que las familias puedan dedicar el tiempo necesario al cuidado que requieren los niños con condiciones especiales de salud, educativas, emocionales o de adaptación.
Las familias son apoyadas por los profesionales de Aldeas Infantiles, que supervisa y coordina todas las etapas junto a los Servicios Sociales. El apoyo de la organización se extiende a las familias biológicas para facilitar la superación de las dificultades que causaron la separación.
Más de un millar de niños de menos de 6 años crecen en centros
Cuando la administración asume la tutela o guarda de un niño puede deberse a múltiples causas y por ello existen diferentes modalidades de acogimiento que se adaptan a la situación y necesidades del menor y su familia.
La ley establece que la forma de acogimiento prioritaria debe ser la familiar -con abuelos o tíos o en familia ajena-, sin olvidar que el objetivo de la medida es posibilitar el regreso con sus padres biológicos siempre que sea favorable para el menor; en muchos de los casos se mantiene el contacto periódicamente para no perder los lazos afectivos.
Según los últimos datos publicados por el Observatorio de Infancia, en 2022 el número de acogimientos familiares eran 18.177 y residenciales 16.365. El total de menores atendidos en el sistema de protección ascendía a 51.203 (un 5,8 % más que el año anterior).
Por edad, el 58,22 % de los menores en acogimiento residencial tienen entre 15 y 17 años (9.933), aunque más de mil menores de 6 años también crecen en centros.
La lucha de las familias contra la pobreza infantil
La pobreza infantil alcanza a unos 2,3 millones de niños y adolescentes en España; el riesgo de pobreza infantil aumentó en 2023 hasta el 28,9 %, un 1,1 % más respecto al año anterior.
«La peor parte se la llevan las familias con menores, a quienes afecta muy duramente el incremento del coste de la vida. Y especialmente preocupante es la situación de las familias monoparentales, donde más de la mitad (52,7 %) está en riesgo de pobreza o exclusión social», alerta la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF).
En esta fecha, la UNAF pide a las administraciones aumentar el apoyo a las familias y de manera especial, a los hogares con menores a cargo a través de políticas públicas y recursos que las protejan y garanticen la igualdad de oportunidades.
«Debemos evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza ampliando las medidas y aumentando su alcance. No nos podemos permitir que casi un tercio de nuestros niños, niñas y jóvenes carezcan de los recursos necesarios para poder desarrollarse adecuadamente, vivir de manera digna y alcanzar todo su potencial», asegura su presidenta, Ascensión Iglesias.
«Apoyar en estos momentos de crisis puede marcar la diferencia y evitar que deriven en situaciones de pobreza, exclusión social, falta de acceso a derechos fundamentales, discriminación o violencia», concluye.