Las Palmas de Gran Canaria reconoce a 15 personas e instituciones por su contribución a la mejora de la ciudad
Con motivo de la celebración del 546.º aniversario de la ciudad, el Ayuntamiento celebró este domingo el acto institucional de Honores y Distinciones, presidido por la alcaldesa, Carolina Darias
El Auditorio Alfredo Kraus acogió esta ceremonia en la que se otorgaron siete Medallas de Oro y se nombraron cuatro Hijas e Hijos Predilectos y otros cuatro Hijas e Hijos Adoptivos
Darias puso como ejemplo de compromiso, tesón y entrega las trayectorias de estas personas y organizaciones que representan grandes valores y han contribuido a mejorar la vida de la gente
El oncólogo Delvys Rodríguez Abreu tomó la palabra en nombre de las personas distinguidas y brindó un discurso de agradecimiento y de defensa de los lazos que unen a los habitantes del mundo
Las Palmas de Gran Canaria, 24 de junio de 2024. Las Palmas de Gran Canaria rindió homenaje esta noche a quince personas e instituciones de diferentes ámbitos como el social, de la ciencia, de la salud, de la cultura, de la justicia o del deporte por su contribución a la mejora de la capital grancanaria y de sus vecinos y vecinas. Para celebrar el nacimiento hace 546 años de la ciudad, el Ayuntamiento celebró el acto institucional de Honores y Distinciones para rendirles homenaje a estas personas, que, en palabras de la alcaldesa “a través de sus acciones y logros se han convertido en una referencia” y “han contribuido a mejorar la vida de la gente”.
El Auditorio Alfredo Kraus acogió esta ceremonia en la que se rindió homenaje a las nuevas Hijas e Hijos Predilectos: el magistrado Tomás Luis Martín, la geógrafa María Emma Pérez-Chacón Espino, la nadadora olímpica Rita Pulido Castro y el peluquero y emprendedor Nicolás Jiménez León.
Se distinguió como Hijas e Hijos Adoptivos al oncólogo Delvys Rodríguez Abreu, a la directora de los coros Infantil y Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, Marcela Garrón; y al escenógrafo Hamid Blell, todos ellos adoptados oficialmente por Las Palmas de Gran Canaria desde esta noche de domingo; lo mismo que a la primera médica de Canarias, Carlota de la Quintana, que lo es a título póstumo.
Asimismo, se otorgaron las Medallas de Oro al Colegio de Enfermería, al Centro Cívico Tres Palmas, la Comisión de Fiestas del Pilar, Oblatas del Santísimo Redentor, Sagulpa, Tropical y Tirma.
Quince trayectorias reconocidas por su “ejemplaridad” para la ciudad que, como señaló Darias, “ha ido creciendo desde su fundación, con una sucesión de generaciones de mujeres y hombres que han dejado en ella la huella indeleble de su memoria en las generaciones futuras”.
La alcaldesa destacó el compromiso y los méritos de cada una de las personas y organizaciones distinguidas, y señaló que “reconocemos en ellas aquellas ideas y valores que hacen posible nuestra vida en común: valores como la justicia, la libertad, la solidaridad, la creatividad, el reconocimiento a la diferencia, la inclusión, la tolerancia, el respeto, la sostenibilidad o la resiliencia”.
“Somos muy conscientes de que sólo podremos mejorar la ciudad actual si nos inspiramos en los mejores ejemplos de vida, tanto de las personas como las entidades, y en este acto renovamos esa conciencia”, ha dicho.
Darias señaló que “hoy no sólo conmemoramos un acontecimiento histórico, sino que renovamos el proyecto de vida en común que representa esta ciudad”, ideas que adelantaron la concepción de “la ciudad como un equilibrio dinámico entre construir y habitar”. Habló de ella como “nuestro legado a las próximas generaciones, por eso debemos respetarla y cuidarla cada día con el mismo cariño que ponemos en los pequeños detalles que hace de nuestra casa un hogar”.
La alcaldesa destacó la “necesidad de renovarse continuamente”. De hecho, subrayó que “hay ocasiones en las que esta renovación debe acelerarse y convertirse en una gran transformación para superar los grandes retos y aprovechar todas las oportunidades que el mundo globalizado ofrece, dada nuestra posición geoestratégica, como frontera sur de Europa y punto de conexión entre tres continentes”.
“Para alcanzar ese propósito, la ciudad necesita de sus gentes, de nuestro compromiso permanente, de una gestión eficaz del día a día y necesita de grandes proyectos estratégicos. Y en eso estamos trabajando con ahínco, al tiempo que nos estamos preparando para crear un futuro en el que nadie quede atrás”, indicó
Con respecto a las grandes líneas trazadas, Darias señaló planes estratégicos como el de la mejora de la higiene urbana, el de la gestión integral del ciclo del agua, así como la estrategia turística y la de movilidad. También de los que se aproximan, como la Estrategia Las Palmas Más Que Bien y la Estrategia Las Palmas Más Próxima. Y no olvidó mencionar las realidades que ya están en marcha como el Concurso Internacional de Ideas para el Paseo Guiniguada de la Cultura y las Artes Canarias o la puesta en marcha de la candidatura de Las Palmas de Gran Canaria a capital cultural europea 2031.
“Se trata de acciones cuya fuente de inspiración más importante es la vida de las personas y las organizaciones que a lo largo de nuestra historia han contribuido a mejorar la vida de la gente, y también son proyectos basados en un reconocimiento claro de necesidades objetivas de demandas ciudadanas y de sueños e ilusiones compartidas”, ha dicho la alcaldesa.
Por otro lado, la esperanza y la posibilidad de reconocimiento entre los habitantes del mundo guiaron el discurso del oncólogo Delvys Rodríguez Abreu con un agradecimiento que tituló «Las Palmas de Gran Canaria, desde la otra orilla». El médico cubano tomó una reflexión de John Donne como punto de partida. “Ningún hombre es una isla”, sentenció apropiándose de las palabras del mencionado poeta británico. Palabras con sentido desde el punto de vista de otro isleño que destacó “esa condición innata al ser humano que lo hace único, diferente al resto, pero parte de una comunidad”.
El portavoz de los honrados visualizó a sus compañeras y compañeros con islas que no aíslan, sino que dentro de esa excepcionalidad de cada uno conformarían “un archipiélago unido por el mar que aquí, esta noche, se convierte en compromiso, uniendo nuestras orillas a través de los correíllos invisibles de nuestras experiencias compartidas”, sentenció. Sus palabras hablaron de responsabilidad con la sociedad que los rodea y con la ciudad que los acoge. Así, describió las áreas y terrenos abonados por el compromiso de cada presente.
Aprovechó este hijo natural de otra isla para incidir en los lazos que conectan a cubanos y canarios. “Orillas lejanas, caribeña y americana una; atlántica, africana y europea, otra, pero unidas y hermanas a pesar de la distancia”, afirmó. “Somos polvo de un cosmos mayor, islas de un archipiélago compartido, y nuestros lazos son tan fuertes como dilatados en el tiempo y el espacio”, explicó ante de abordar un viaje a los tiempos del Descubrimiento y de Cristóbal Colón, no con intención de ofrecer una clase magistral de historia, sino con el convencimiento de que hay lazos de sangre desde esos tiempos entre ambos pueblos.
Nexos y sentimientos que fueron arraigando entre los que emigraron en su día y los que lo hacen en sentido inverso algo más tarde. Recordó el doctor las palabras de un amigo que, según contó “dice que estamos de vuelta, que volvemos para reconocernos en el otro, que emprendemos un viaje de retorno, con ruta opuesta a la de los abuelos”.
La eminencia en oncología e impulsor del Grupo Canario de Cáncer de Pulmón, coincidió con la alcaldesa en recordar el legado de las gentes de las artes de ambas orillas. También el mar ocupó un lugar destacado en su intervención. Citó la Oda al Atlántico de Tomás Morales como icono de la fuerza que otorga a quienes de mar viven rodeados. También tomó las enseñanzas de otros poetas y pensadores de distintas latitudes, más de uno caribeño como él, entre ellos, la mencionada Dulce María Loynaz, sobre la identidad que otorga el mar y sobre la “historia común que nos enlaza y que nos ha situado hoy aquí, esta noche en este acto”, aseguró.
El discurso del doctor dedicó palabras a su familia, a sus orígenes, a la ciudad que lo acoge en donde ejerce lo que en otra isla aprendió, a sus pacientes y vocación. También a figuras ilustres, y con una de ellas quiso cerrar su discurso, con las palabras de José Martí, el hijo más querido de Cuba: “Patria es Humanidad”, sentencia con la que rubricó un discurso que fue una auténtica defensa de los lazos y sentimientos que conectan y definen a los seres humanos.