Madrid Salud alertó de que las mascarillas de China no cumplían la norma, pero se usaron

Madrid Salud alertó de que las mascarillas de China no cumplían la norma, pero se usaron

22 de febrero 2025/Agencias
El gerente de Madrid Salud ha explicado que este organismo del Ayuntamiento de Madrid advirtió de que la documentación de las mascarillas que vendieron al Consistorio Alberto Luceño y Luis Medina no cumplía los requisitos y además el producto se rompía fácilmente, a pesar de lo cual fueron usadas por policías y bomberos, y ha confirmado que no se hizo ningún control de calidad.

Este responsable, Antonio Prieto, formaba parte del consejo de administración de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios, que era el organismo que autorizó las compras de material sanitario en pandemia, y durante su declaración ha considerado lógico que se pagasen 6 euros por mascarilla porque «era como estaba el mercado».

La Audiencia Provincial de Madrid celebra este viernes la quinta sesión del juicio a Luceño y Medina, que se enfrentan respectivamente a 15 y 9 años de cárcel acusados de estafar al Ayuntamiento de Madrid en lo más duro de la pandemia, embolsándose una comisión de 6 millones con los que compraron bienes de lujo.

Han declarado el gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto, y el que era jefe de Prevención de Riesgos Laborales del Consistorio, Mario Tabasco, que han dado detalles sobre los informes que hizo el organismo municipal sobre las mascarillas que llegaban de China, incluidas las que consiguieron los acusados.

Prieto encargó a Tabasco hacer un informe en el que concluyó que no podía validar la documentación de las mascarillas porque la mayoría estaba en chino y aparecía certificada por el organismo ECM, sobre el que el Gobierno había alertado de que no podía certificar. «No cumplían la normativa europea, sin ninguna duda», ha dicho Tabasco en el juicio.

Tabasco ha añadido que abrió una caja de mascarillas, probó cuatro o cinco y una de ellas se rompió por lo que reflejó que eran «endebles».

Por su parte el gerente de Madrid Salud ha confirmado que ordenó hacer este informe, que luego envió a la responsable de compras municipal, Elena Collado, en el que solo se indicaba que la documentación de las mascarillas no era válida, sin indicar si las mascarillas en sí eran válidas porque ese no era su cometido.

«Nunca se hizo un análisis de calidad» de ese material, ha incidido, como ya dijo en la fase de instrucción. «No lo hicimos, nadie me lo pidió”, ha indicado a preguntas del Ministerio Fiscal.

Ha precisado que personalmente él quiso probar esas máscaras y por eso usó alguna, confirmando que «el sistema de enganche del pabellón auricular no era con una goma sino a través del mismo tejido, que era muy fácil de rasgar».

«Si no tenías cuidado se podía romper. Era cuestión de tener cuidado al ajustarlas», ha añadido.

Sin embargo las mascarillas fueron repartidas y las usaron algunos funcionarios municipales, como policías municipales, agentes de movilidad y bomberos, sin que él sepa cual fue el criterio par ello porque no le correspondía.

El que era y sigue siendo responsable de Madrid Salud ha referido durante su declaración que en aquel momento de la pandemia «casi todos los marcados eran falsos», en referencia a las certificaciones que acompañaban a lotes de mascarillas, guantes o test que llegaban de China.

A preguntas del abogado de Luis Medina sobre si el precio de más de seis euros que el Ayuntamiento aceptó pagar por cada mascarilla, Prieto ha explicado que antes de la pandemia las mascarillas se compraban a 0,20 euros, «pero según pasa el tiempo subió a dos euros, a tres euros…».

«El precio iba subiendo día a día, y yo en ese caso no tenía opinión… Me parecía que era como estaba el mercado», ha concluido.