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La Mutualidad de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE) desde hace tiempo sufre una infrafinanciación, una financiación por debajo de lo que necesita para dar un servicio digno a los mutualistas. MUFACE ofrece a estos la posibilidad de elegir entre servicio sanitario público y sanidad privada. Dentro de esta, el servicio lo prestan ADESLAS, DKV y ASISA, que están amenazando con marcharse, si no ven atractivo el acuerdo para 2024-2026, que se tiene que tener firmado antes de fin de año.

Algunos dicen que MUFACE es un privilegio para algunos. Eso no es cierto, ya que la mutualidad se crea en los 70 porque era una necesidad. Nunca se concibió como privilegio. Por cierto, ¿es un privilegio que el colectivo de funcionarial de Clases Pasivas siga pagando un 30 por ciento por las recetas cuando se jubila?

¿Qué pasaría si desaparece MUFACE o la posibilidad de optar por sanidad privada? Que en torno a un millón y medio de mutualistas y más de dos millones de beneficiarios se tendrían que pasar a la sanidad pública. Esta circunstancia vendría a colapsar más el sistema de lo que está.

La protección social de MUFACE no solo es sanitaria, sino que ofrece otro tipo de ayudas diversas.

MUFACE, pues, es necesaria, para evitar el caos que provocaría su desaparición. En lugar de despilfarrar dinero público en gastos superfluos e innecesarios, se han de corregir los desequilibrios financieros de la mutualidad para mantenerla con vida, de tal manera que se puedan afrontar los gastos que suponen la tecnologías nuevas, el envejecimiento de los mutualistas y evitar también que se cierren muchas clínicas privadas que dependen en gran manera de los mutualistas y beneficiarios. Ya en 2010 el Gobierno de Zapatero asestó un duro golpe al mutualismo administrativo, porque a partir del 1 de enero de 2011 todos los nuevos funcionarios de cuerpos estatales pasan al Régimen General de la Seguridad Social a efectos de jubilación, aunque la protección social se la siga ofreciendo la mutualidad.

Salvemos MUFACE.

Jesús Manuel Díaz Lorente. Delegado de CSIF Canarias