Tierra Bonita reclama al Ayuntamiento de Los Llanos que informe sobre qué hará con la zona del cementerio de Las Manchas afectada por la lava

13 de Agosto 2024
El colectivo ciudadano critica esta falta de información 32 meses después de acabada la erupción del Tajogaite y la tacha de “falta de respeto a los familiares” de los más de 3.000 difuntos

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Desde el primer día de la erupción de 2021 se temía que el cementerio de Nuestra Señora de Los Ángeles, en Las Manchas, podía quedar en el camino de las coladas del volcán. Durante más de dos meses la lava que iba destruyendo las viviendas de Alcalá, El Paraíso, Los Campitos, Todoque o La Laguna no había llegado a este camposanto, que alberga los restos de más de 3.000 personas, aunque sí estaba cubierto ya entonces por cenizas.

Pero el día 25 de noviembre una nueva boca eruptiva, hacia el sur, vomitó un río de roca fundida que alcanzó El Corazoncillo y llegó a este cementerio, al que desde hacía dos meses no se podía acceder. La lava, muy fluida, rellenó totalmente el camposanto viejo, y dejó la torre del crematorio al descubierto. Y, como si de un cuerpo incinerado se tratara, salían vapores, gases y humos de combustiones. Fue su último aliento.

Y por fin, 85 días después dejó de fluir: el volcán se fue durmiendo lentamente, a partir del 13 de diciembre de 2021. Desde entonces, el cementerio permanece igual, con una gran parte sepultado y otra con los nichos intactos, pero tocados.

La fractura en la estructura de los nichos, algunos de los cuales quedaron incluso semiabiertos, obligó a retirar los restos, pero en muchos casos sin el conocimiento y la presencia de los familiares. Los columbarios se llenaron. En una nota de presa divulgada en marzo de 2022 el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane anunciaba que sólo retiraría la ceniza, estabilizaría las estructuras y trasladaría los restos.

La Asociación Tierra Bonita señala que “por mucho que la entonces concejala responsable del cementerio, Mónica González, dijera que se citaba a las familias, la realidad es que con muchas no se respetó esta medida”. “La información a los familiares de difuntos era prácticamente nula si por propia iniciativa los afectados no iban a interesarse por el destino y el estado de los nichos”, atestigua este colectivo ciudadano.

El cementerio de Las Manchas sigue igual desde entonces. Pero desde hace unos meses se han iniciado obras. Una resolución del 15 de diciembre de 2022 hizo público un convenio del Estado con el Consistorio llanense. En su base quinta dice: “El Ayuntamiento está obligado a aplicar los fondos recibidos a la financiación de los proyectos de obras de reparación, restitución o reconstrucción de cualquiera de las infraestructuras, equipamientos o instalaciones y servicios de titularidad municipal, detallados en el anexo del convenio”. Entre las obras citadas estaba el proyecto de acondicionamiento y urbanización, y edificaciones de la ampliación del cementerio de Nuestra Señora de Los Ángeles, con un presupuesto de 1.265.807,57 €.

La redacción del proyecto se adjudicó el 25 de mayo de 2022 a José Miguel Fuentes Marante, por 15.075,4 €. Se desconoce su contenido, nunca se ha hecho público. La Secretaria General del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane certificó el 15 de junio de 2023 que daba inicio al expediente de contratación del “Proyecto de Acondicionamiento y Urbanización, y Edificaciones de la Ampliación del Cementerio de Las Manchas”. Y el 11 de julio de 2023 se aprueba el proyecto técnico para la ejecución de las obras, cuyo presupuesto asciende 1.265.807,57 €¸ exactamente la cantidad firmada en el convenio con el Estado.

El 21 de agosto de 2023 se adjudica por concurso público el proyecto de obras a la empresa Sadell Construcciones y Reformas, por un presupuesto de 1.041.038,00 €, y un período de ejecución de 420 días.

En un comunicado del Ayuntamiento emitido en diciembre de 2023 se anuncia la recuperación del servicio de inhumación y, en paralelo, las obras de “ampliación, urbanización y acondicionamiento” del cementerio, que ya habían comenzado la semana anterior, según la propia nota, en la que también consta que el proyecto “se desarrolla en tres ejes: la construcción de 344 nichos de enterramiento, la creación de 700 nichos de restos; y, finalmente, la dotación de dos aseos, así como cuartos de almacenaje y para mantenimiento.”

De acuerdo con esta fuente oficial, el conjunto de las construcciones supone una superficie de unos 700 metros cuadrados y las actuaciones de urbanización para la vía de servicio interior abarca unos 3.000 metros cuadrados. Pero ni en este ni en ningún otro comunicado se especifica nada sobre el futuro de la zona del camposanto afectada por las coladas, tanto de los nichos cuyos difuntos han sido sepultados por segunda vez, como aquellos otros no afectados directamente por la erupción, pero sí rodeados por la lava.

Y cuando se solicita información, “se da de manera confusa y poco clarificadora”, lamenta Tierra Bonita. “Si algún familiar pretende ir al lugar donde están los restos de sus seres queridos, sabe que el acceso está prohibido, lo cual no ha impedido que algunos hayan colocado flores e incluso placas sobre la lava”.

“Con absoluta desinformación sobre el futuro de este cementerio, el Ayuntamiento guarda silencio. Pero la definición del propio proyecto y las notas de prensa municipales permiten deducir que se trata de un proyecto de construcción de nuevos nichos y columbarios. Precisamente el hecho de que se construya un número mayor de estos últimos hace sospechar que el objetivo es dejar tal cual la parte del cementerio dañada por la lava, como un atractivo turístico. Esto guarda relación con que la zona declarada actualmente de protección cautelar incluya el cementerio”, expone la asociación palmera.

Las tumbas y los nichos más antiguos fueron inhumados. En su mayoría, tienen propietarios. “Las coladas”, sostiene Tierra Bonita, “hicieron el segundo acto de inhumación, al volver a sepultar a quienes ya habían recibido sepultura. Y el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane está llevando a cabo la tercera inhumación: quizás el acto más irrespetuoso, deshumanizado y doloroso: negar a los familiares honrar la memoria de sus seres queridos, o incluso el enterramiento que desean junto a los restos de sus padres y abuelos”.

Tras todo lo sucedido, la asociación hace un llamamiento, “en voz alta”, a Ayuntamiento para que se pronuncie y exponga públicamente cuáles son sus intenciones con respecto a los nichos y las tumbas sepultadas o afectadas por las coladas. Para Tierra Bonita, “la primera y la última palabra la tienen los familiares, sean propietario o no de los nichos y las tumbas”.

Y añade una reflexión final: “En una catástrofe de esta magnitud, no cabe hablar solo de leyes de transparencia o de procedimiento administrativo, sino que por encima de todo debe estar la ética en las conductas de los responsables públicos así como el respeto a la memoria de los muertos y a los vivos, que bastante han sufrido por culpa del destructivo volcán, la enredadora burocracia y la mala gestión política”.