Unos Presupuestos para que nada cambie (y 2)

Román Rodríguez

En un primer artículo analicé cómo quedaban los ingresos en el Presupuesto de Canarias para 2025, destacando que las medidas fiscales en lugar de contribuir a reducir las desigualdades, favorecen claramente a los que disponen de rentas más altas, actuaciones muy propias de los modelos ayusistas y trumpistas. Entraré en esta ocasión en el capítulo de gastos, fuertemente condicionado por los ingresos, pero determinados por la orientación conservadora y las prioridades del Ejecutivo, configurando unos Presupuestos que no favorecerán la imprescindible transformación económica, social y medioambiental de Canarias.

Las partidas que suponen una apuesta por el futuro, por el desarrollo a medio plazo, por el fomento del capital humano y el conocimiento, contribuyendo a la diversificación económica, son maltratadas. Es el caso de la educación pública, la I+D+i, las universidades y las inversiones. Mientras que el gasto total en estos dos presupuestos aumenta un 14,7% (1.497,3 millones), estas cuatro partidas aumentan porcentualmente la mitad o menos, o incluso se reducen en términos absolutos, como es el caso de los créditos para I+D+i.

Educación crece el próximo año en 60,4 millones de euros, dedicados casi íntegramente a pagar los obligados incrementos en las nóminas. Se vuelve a incumplir la Ley Canaria de Educación que obliga a invertir al menos un 5% de la riqueza. Del Pacto de Progreso heredaron una inversión del PIB del 4,62%. En las cuentas públicas para 2024 el Ejecutivo CC-PP lo redujo al 4,2% y en las de 2025 se rebaja aún más (4,02%).

EVOLUCIÓN PORCENTAJE EDUCACIÓN SOBRE EL PIB

2019 2023 2024 2025
3,58 4,63 4,2 4,02

Se cierra así una etapa, la de la anterior legislatura, de crecimiento continuo y sostenido de los recursos educativos, aumentando la inversión en ese periodo en más de 500 millones de euros, permitiendo así la convergencia progresiva hacia el 5%. Con una apuesta importante por la educación infantil 0-3 años, dando un impulso a la Formación Profesional y consolidando en plantilla a más de 4.000 nuevos docentes contratados durante la pandemia.

I+D+I y universidades

Además, se incumple con el Pacto por la Ciencia y la Innovación, no sólo no recogiendo las cantidades comprometidas en el mismo, sino aplicando un hachazo de 12,7 millones de euros en I+D+i, cuando el Gobierno de Progreso las incrementó en 69 millones de euros, creciendo un 152%, muy por encima del gasto total del cuatrienio 2020-2023 que fue del 29,6%. Lo de la diversificación de la economía o la sociedad del conocimiento queda solo para los discursos.

Igual negativa suerte corren nuestras universidades públicas. El Pacto de Progreso, del que NC-bc formó parte, incrementó el presupuesto en materia universitaria del 2023 respecto al 2022 en 28,4 millones de euros; en estas dos cuentas públicas del Gobierno conservador apenas crecen 300.000 euros respecto a 2023, colocándolas en una situación extrema denunciada por sus rectores que señalan que se ahonda en su infrafinanciación.

Con relación a las inversiones, estas suben en estos dos Presupuestos conservadores en 130 millones de euros, un 7,3% (la mitad del crecimiento porcentual del presupuesto), cuando en los Presupuestos aprobados en la anterior legislatura las inversiones crecieron un 63,6% (687 millones), muy por encima del crecimiento del gasto total de esos cuatro años que fue del 29,6%.

 

ESFUERZO INVERSOR EN PRESUPUESTOS

  Millones aumento % crecimiento % crecimiento del

conjunto del Presupuesto

2020-2023 687 63,65 29,6
2024-2025 130 7,3 14,7

Se incumple con la Ley del Sistema Público de Cultura de Canarias, que plantea alcanzar el 2% del Presupuesto en 2030, estableciendo que cada año estas deben crecer por encima de la media del presupuesto. Lo cierto es que, entre 2024 y 2025, no sólo no se avanza hacia ese 2%, sino que nos alejamos, perdiendo 8 millones con relación al 2023. Se trata de un sector que emplea a 34.000 profesionales en 6.000 empresas, y que supone el 3% del PIB canario.

El presupuesto para el sistema sanitario aumentó 576 millones de euros este año, y se espera otro incremento de 220 en 2025, sumando casi 800 millones en dos años. Sin embargo, a pesar de la inyección monetaria, gran parte se asigna a gastos operativos, gastos de personal, sin que se haya producido una mejora en los resultados asistenciales, con un claro abandono de la Atención Primaria, de una mejor prevención y promoción de la salud. Se requiere una adecuada planificación, una mejor organización y una gestión profesionalizada para que el aumento presupuestario tenga impacto, enfrentado problemas como el envejecimiento, la salud mental o la cronicidad.

Sector primario, empleo y vivienda

En referencia a los sectores económicos, probablemente el que más necesita apoyo y al que más se alude en los discursos, el primario, vuelve a ser el más maltratado. En los dos primeros presupuestos de este Ejecutivo, 2024 y 2025, el aumento global ha sido de 1.500 millones de euros y, sin embargo, al sector primario le han recortado en el conjunto de los dos ejercicios 24,4 millones.

Respecto al área de empleo, crece solo en tres millones de euros. El Servicio Canario de Empleo tiene ahora 6,1 millones menos que en 2023, siendo el principal instrumento del Gobierno para combatir las aún elevadas tasas de desempleo en nuestra tierra, además de formar y recualificar no sólo a las personas desempleadas, sino también a quienes estando trabajando necesitan seguir formándose y adaptándose a las nuevas demandas laborales.

Uno de los mayores problemas sociales es la enorme dificultad para acceder a una vivienda digna y que esta no se lleve la mitad o más del salario. Situación que afecta a decenas de miles de canarios y canarias. Este Gobierno no sólo no hace un esfuerzo inversor para construir más vivienda pública, sino que recorta en los programas existentes dirigidos a facilitar el acceso a una vivienda vacía, dándole la espalda a los jóvenes y a la población más vulnerable.

Se retrocede, igualmente, en las políticas de cooperación y solidaridad, a las que se le dedican solo 4,8 millones, afectando negativamente a distintos programas de ONGs en materia de desarrollo o ayuda humanitaria. La partida destinada a la ayuda al pueblo saharaui pasa de 900.000 euros a 300.000, precisamente en uno de los momentos más difíciles de su historia; eso sí, resulta coherente con el apoyo de Clavijo a la marroquinidad del Sahara.

Por último, hay que destacar que en el Presupuesto (al igual que las 51 medidas para la Canarias del futuro del Gobierno), pese a la propaganda gubernamental, no aparecen recursos adicionales dirigidos a implementar los imprescindibles cambios, las necesarias reorientaciones para avanzar hacia la sostenibilidad, sin que se desplieguen alternativas coherentes para que en esta tierra se pueda vivir y crecer mejor.

En definitiva, en una Canarias donde el 70% de la población se encuentra atrapada en rentas medias-bajas y bajas, donde la pobreza es muy elevada, donde existe una enorme y anclada desigualdad, graves problemas de movilidad, así como emergencias habitacionales, hídricas, energéticas… estas cuentas públicas para 2025 perpetúan las diferencias entre la mayoría social y unos pocos. No contribuyen a un desarrollo más armónico, autocentrado y sostenible, respetuoso con el territorio y con el medio ambiente, y redistribuidor de la riqueza que se genera en el Archipiélago. Seguiremos, por tanto, sin afrontar las disfunciones del desarrollismo turístico y del crecimiento poblacional, las carencias en los servicios públicos y la falta de equidad. Son, lamentablemente, unos Presupuestos para que todo siga igual, para que nada cambie.

Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc).