Vecinos del Casco Histórico de La Laguna se quejan del ruido ante la Diputación del Común
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La asociación vecinal, que ya presentó queja en 2023, ve necesario el cumplimento de La Ley del ruido
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Lola Padrón señala que “es un problema que tenemos en toda la geografía española y debemos conciliar con una ciudad viva”
Santa Cruz de Tenerife, a 17 de abril de 2025.- La Diputada del Común, Lola Padrón, y la adjunta segunda de la Diputación del Común, Aránzazu Tejera, se reunieron este miércoles con los representantes de la Asociación Vecinal del Casco Histórico de La Laguna, quienes llevan varios años solicitando que se controle la contaminación acústica del municipio. El colectivo vecinal, que ya presentó una queja en 2023. representado por su presidente Pablo Reyes, José Barrios, Juan Lucio González, y Beatriz Pérez, quiere volver a llamar la atención de los problemas que sufren los residentes del casco histórico en relación a los ruidos. Denuncian los perjuicios ocasionados por la contaminación acústica a la que se ven sometidos las vecinas y vecinos alterando la calidad de vida del casco. “El centro histórico se ha ido convirtiendo en una zona de esparcimiento y de ocio, una ciudad viva que también se vincula a actividades lúdicas, sobre todo demandada por la gente joven, pero hay que poner en marcha las ordenanzas y conciliar el ocio y el descanso, porque es algo que se viene padeciendo en muchas ciudades”, asegura la Diputada del Común.
Desde la Diputación del Común se ha recogido la preocupación de los vecinos. Lola Padrón aseguró que “trataremos de hacer una mediación con la corporación municipal, porque este es un tema que nos preocupa y que tenemos en toda la geografía española, es nuestro deber proteger el derecho de las personas al descanso, compatibilizándolo con el derecho al ocio y la generación de economía local. La gentrificación está generando problemas en todos los cascos de las ciudades y hay que darles una respuesta con una normativa global y no desde cada municipio, dejándoles gestionarlo solos, sobre todo en los municipios grandes”. De hecho, la Diputada del Común ya se ha comunicado con el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, quien se ha mostrado abierto a estudiar y colaborar en todo aquello que sea en beneficio del municipio, compaginando el descanso y el espacio de ocio.
Por su parte la adjunta segunda, Aránzazu Tejera, responsable del área de actividades clasificadas, puso de manifiesto que el relieve de la contaminación acústica afecta cada vez más al centro de las ciudades, y lo importante que es la convivencia, lo que conlleva un “planteamiento muy serio del modelo de ciudad”. La adjunta de la Diputación del Común, aseveró que desde la institución se ha ofrecido al colectivo “tanto la petición de más documentación de su interés, con el objetivo de completar la queja que actualmente se tramita, como la posibilidad de una mediación con el alcalde de La Laguna, lo cual fue valorado muy positivamente”.
En defensa del derecho de la ciudadanía a un domicilio libre de ruido
Desde la Diputación del Común son conscientes de este tipo de quejas vecinales, de hecho recuerda que ya en 2016, siendo Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en las XXXI Jornadas de Coordinación celebradas en Pamplona, las defensorías del pueblo autonómicas, conscientes de la incidencia negativa que profiere la contaminación acústica en la calidad de vida de la ciudadanía, aprobaron un decálogo con el que postular una serie de medidas destinadas a garantizar de manera real y efectiva los derechos constitucionales que pueden ser vulnerados por su impacto. Por tanto Lola Padrón y su equipo, trataran de mediar con la administración para que se cumpla el respeto por la Ley del Ruido, “defender los derechos de la ciudadanía, sin perjuicio de recordar que el respeto al disfrute de estos derechos es una obligación no solo de los poderes públicos, sino también de la sociedad civil”, de ahí que sea necesario además de cumplir con las normativas vigentes, “promover cambios en las prácticas sociales que originan la contaminación acústica e impulsar la concienciación de la sociedad sobre sus perniciosas consecuencias para la ciudadanía, mediante la educación escolar y campañas formativas e informativas dirigidas a sensibilizar a la población. El ruido debe ser tratado como un problema de entidad que afecta seriamente a la calidad de vida de las personas”, concluyó Padrón tal y como se recoge en ese decálogo.