Votar por Canarias y por la democracia
Nos encontramos ante las elecciones europeas más importantes de las últimas décadas. Unos comicios cruciales, los del próximo 9 de junio, que, por primera vez, pueden otorgar poder real a la ultraderecha en las instituciones europeas y posibilitar que esta imponga su regresiva agenda social, económica, de restricción de las libertades y de desprecio a la Crisis Climática. Frente a ello, desde la coalición Sumar-Nueva Canarias-Bloque Canarista, queremos contribuir a que avance una Europa de los pueblos, social, verde y feminista; comprometida con la paz y con la defensa consecuente de los derechos humanos. En la que, asimismo, sean adecuadamente atendidas las especificidades que tiene Canarias, para lo que hemos elaborado un programa propio que la coalición se compromete a defender en el Parlamento Europeo. Por eso queremos movilizar el voto del canarismo progresista.
Lo hacemos defendiendo un programa que muestra una especial preocupación por las consecuencias del desarrollismo en la Islas. Sintonizando con lo expresado en las movilizaciones populares del 20 de abril que denunciaron los problemas que genera un turismo masificado y sin límites, que lleva aparejado un elevado creciente demográfico que está ocasionando numerosas dificultades y tensiones. Entre ellas, las relativas al notable incremento del consumo de electricidad y agua, la mayor generación de residuos sólidos y aguas residuales, así como los riesgos que supone para nuestra rica biodiversidad. Pero, también, los que afectan a la cada vez mayor dificultad para acceder a una vivienda, uno de los mayores problemas sociales. Circunstancias que obligan a intervenciones en el marco del autogobierno, pero también en el de la Unión Europea.
Viviendas y especulación
Este sucede en el caso de la creciente adquisición de viviendas por parte de extranjeros no arraigados en las islas. Es un fenómeno especulativo que se produce en muchos lugares del mundo y que ha llevado a varios estados a establecer restricciones. Así ha ocurrido en las islas Aland (Finlandia), Malta, Croacia y Dinamarca. Fuera de la Unión Europea, otros estados han tomado decisiones restrictivas para evitar la especulación y proteger a la población local, entre ellos Canadá y Nueva Zelanda. Estamos comprometidos a buscar en la UE mecanismos que posibiliten limitar esta situación que dificultad aún más el alquiler o la compra de una casa a las personas residentes.
Por otra parte, en la Unión Europea vamos a redoblar esfuerzos para garantizar el reconocimiento de la singularidad del sector primario de las Islas. Es cierto que en los diversos tratados de la UE se reconoce a Canarias como región ultraperiférica y se nos ofrece un trato diferenciado en las políticas agrarias. Pero no es menos cierto que hay que continuar ampliando y actualizando las ayudas a la producción local del actual POSEI comunitario, así como del Plan Estratégico de la PAC 2023-2027, que financia la modernización de las explotaciones agrícolas. Sin olvidar que los costos de producción se han incrementado por distintos acontecimientos internacionales, con el aumento de los precios de la energía y de las materias primas, restándoles competitividad.
Asimismo, defenderemos la flexibilización y simplificación de la actual política agraria común (PAC) manteniendo los objetivos de lucha contra el cambio climático y de transición verde de la Agenda Europea 2030, pero permitiendo un periodo de adaptación más amplio para el sector primario. Esto es especialmente necesario para el sector agrario canario dada la pequeña dimensión de las explotaciones, sus altos costes de producción y sus debilidades estructurales. Desde Sumar-Nueva Canarias-Bloque Canarista, exigiremos, además, la protección de los productos agrícolas del país para garantizar su autenticidad y evitar prácticas comerciales desleales que les perjudiquen.
Fenómenos migratorios
Asimismo, demandamos a la Unión Europea un profundo cambio en las políticas migratorias. Evitando la enorme mortalidad que se produce en las aguas del Mediterráneo y en la ruta atlántica canaria, donde miles de personas pierden la vida anualmente. Combatiendo el racismo y la xenofobia. Desarrollando políticas eficientes de colaboración al desarrollo de los países emisores. Estableciendo modelos, con cuotas anuales u otras fórmulas, que permitan una emigración regulada y segura, que beneficie tanto a los estados receptores como a las personas que desean venir a estos a trabajar desde diferentes partes del mundo y que son imprescindibles para las empresas y para el conjunto de la sociedad.
Por otra parte, continuaremos defendiendo el mantenimiento de los fondos europeos ordinarios y extraordinarios diferenciados para Canarias y el conjunto de las regiones ultraperiféricas, así como el respeto a nuestra propia fiscalidad, especialmente los incentivos a la inversión. Además, pretendemos conseguir la exclusión de Canarias del comercio de emisiones, por las negativas consecuencias que supone un trato similar al continental a territorios insulares alejados que precisan para conectarse y mantener su economía del uso del avión y del barco. Y, en su defecto, establecer compensaciones que mitiguen sus efectos, sin menoscabo de que Canarias siga con su compromiso y obligación de contribuir a mitigar las consecuencias del Cambio Climático.
Consideramos, igualmente, que Canarias, por su posición geoestratégica, por la voluntad reiteradamente expresada por su pueblo, puede y debe ejercer como plataforma de paz y solidaridad. Además, solicitaremos en el Parlamento europeo que este promueva la celebración de un referéndum de autodeterminación e independencia del Sahara Occidental y, asimismo, el reconocimiento del Estado Palestino.
Pacto en marcha
En las últimas semanas hemos escuchado como distintos actores políticos, desde el Partido Popular Europeo (PPE) y desde las formaciones de la extrema derecha, han ido deslizando la conveniencia de un pacto para gobernar Europa entre la derecha tradicional y la ultraderecha. Lo han expresado, entre otros, Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión y candidata del PPE a la reelección, Giorgia Meloni, primera ministra italiana y líder de la formación de extrema derecha Hermanos de Italia, o el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. En las filas conservadoras solo se ha opuesto públicamente Jean Claude Juncker, que fuera presidente de la Comisión entre 2014 y 2019, quien recomienda al PPE alejarse de la deriva derechista y le advierte “contra cualquier coalición formal con partidos de extrema derecha”.
En el Estado español también se viene conformando un bloque de derecha pura y dura, que integran PP, VOX, UPN y CC. Los partidos que apoyaron la fallida investidura de Feijóo, que se oponen al reconocimiento de Palestina o que han votado coralmente contra la amnistía.
Para frenar ese avance de la ultraderecha -y de los partidos que la blanquean y aceptan sus reaccionarias propuestas- resulta imprescindible que las formaciones que se oponen con firmeza a esa deriva autoritaria obtengan un buen resultado en las urnas el próximo 9 de junio. Por eso, invito a votar por Sumar-Nueva Canarias-Bloque Canarista desde nuestro absoluto compromiso con la defensa de los intereses de Canarias en el ámbito europeo y nuestro no menor inequívoco rechazo a cualquier tipo de regresión en las políticas de cohesión social, en las libertades y en la lucha contra la Crisis Climática.
Román Rodríguez, presidente nacional de Nueva Canarias-Bloque Canarista